Bitcoin: de moneda de ‘frikis’ al activo más prodigioso de la década
La criptomoneda bitcoin cierra su década dorada con una revalorización superior al 9.000.000%
Cuando Satoshi Nakamoto creo bitcoin en Halloween de 2008, la crisis de las hipotecas basura llenaba ya los titulares en Wall Street y se había llevado por delante a históricos de las finanzas estadounidenses, como Lehman Brothers, protagonista quizá de la madre de todas las quiebras. Con una fecha de nacimiento tan inoportuna y poco dada a los experimentos, lo que pocos podían sospechar entonces es que el dinero digital iba a firmar entre 2010 y 2019 una década prodigiosa con una revalorización superior al 9.000.000%, según los datos de Bloomberg.
Por supuesto, bitcoin no valía nada cuando fue creado, ni siquiera tenía valor en julio de 2010, cuando cotizaba a unos testimoniales 0,05 dólares. De hecho, surgió de las cenizas de la crisis no con la intención de convertirse en el nuevo oro digital sino para plantear una respuesta seria y descentralizada a los mismos bancos y gobiernos que habían conducido al mundo financiero al borde del abismo.
Los comienzos no fueron sencillos, pues desde el principio se asoció a bitcoin con las actividades ilegales, el lavado de dinero y las estafas, lo que inevitablemente llamó ya la atención de los reguladores. Pero era poco más que un invento de frikis, incluso cuando en el verano de 2013 la cotización superó por primera vez los 100 dólares, un hito difícil de entender para muchos.
Tardó en despegar y tuvieron que pasar más de dos años para que alguien empleara la divisa digital para pagar una pizza, pero una vez que irrumpió en main Street, ha resultado ser el activo más prodigioso de la década, avalado por una revalorización del 9.000.000% desde julio de 2010, aunque también protagonista del pinchazo de lo que muchos llaman la gran burbuja, que llevó los precios desde el entorno de los 20.000 dólares que se alcanzaron a finales de 2017, hasta los 3.000 dólares en los que hizo suelo.
No hay nada que se pueda comparar ni por asomo. En este mismo periodo de tiempo, el S&P500 triplicó su valor y el oro se anotó un modesto 25%. Algunas de las acciones de mejor desempeño en el Russell 3000, incluidas Exact Sciences e Intelligent Systems, aumentaron aproximadamente un 3.000% cada una, nada que ver con las rentabilidades que acumula la divisa digital más famosa del mundo.
De alguna manera, bitcoin realmente capturó ese entusiasmo por la tecnología, esa sensación de que «esta vez es diferente», dice a Bloomberg Peter Atwater, presidente de Financial Insyghts. La idea que sedujo a los primeros inversores de bitcoin tenía que ver con esto, con la creación de un sistema completamente descentralizado e independiente de los bancos centrales, con una política monetaria fija y conocida de antemano, de manera que nadie podría devaluar esta divisa emitiendo cantidades ingentes de moneda, como históricamente había sucedido con las divisas mayores como el dólar, el yen, el franco suizo, el euro o la libra esterlina. Además, todo estaba apoyado por la tecnología blockchain, llamada a protagonizar la próxima revolución digital, motivo más que suficiente para muchos para apostar por la idea.
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