El BdE prevé que parte de lo ahorrado en la pandemia se destine a amortizar hipotecas
Los hogares españoles ahorraron 100.000 millones al finalizar 2022, según los datos publicados en un artículo del Banco de España
El ahorro de los hogares españoles al finalizar el año pasado alcanzó los 100.000 millones de euros, según los datos del Banco de España. Una cifra que, tal y como vaticina la institución financiera encabezada por Pablo Hernández de Cos, no impulsará el consumo de forma «significativa» en los próximos trimestres, pero sí aumentará las amortizaciones de préstamos hipotecarios.
Así lo reflejan las conclusiones recogidas en el artículo del Banco de España ‘La evolución y el destino del ahorro extraordinario acumulado por los hogares españoles desde el inicio de la pandemia’, que forma parte del Boletín Económico correspondiente al segundo trimestre de 2023.
La tasa de ahorro de los hogares españoles alcanzó en 2020 casi el 18% de su renta bruta disponible, aunque la recuperación del gasto de los hogares y el repunte en los precios de los bienes y servicios de consumo llevó a que la tasa de ahorro en 2022 pasase a situarse en el entorno del 14%, lo que se traduce en unos 100.000 millones de euros.
«Los hogares conservan el grueso del ahorro extraordinario acumulado durante la pandemia en activos financieros y, en particular, en activos líquidos», explica el documento, en el que se detalla que en concreto los hogares mantienen cerca de 50.000 millones de euros en efectivo y depósitos.
Sobre el destino que se vaya a dar a esa cantidad, el informe sugiere que no cabe esperar que «proporcione un impulso muy significativo al consumo agregado de los hogares en los próximos trimestres» y considera que el repunte que se ha observado en el coste de la deuda «podría incentivar a los hogares a destinar una mayor proporción a la amortización de préstamos».
Adquisición de activos financieros
Entre principios de 2020 y el cierre de 2022, el 80% del ahorro acumulado se destinó a la adquisición neta de activos financieros y una parte más reducida, aunque creciente en el tiempo, se utilizó para financiar la formación bruta de capital y la amortización de préstamos hipotecarios.
El documento reconoce que, «hasta el cierre de 2022, los hogares apenas han recurrido al ahorro extraordinario acumulado durante la pandemia para adquirir bienes y servicios de consumo».
La inversión financiera extraordinaria se concentró en 2020 y se moderó significativamente en 2021, mientras que en 2022 pasó a registrarse una caída en comparación con el año previo a la pandemia, explica el Banco de España.
A la inversa fue la evolución de la inversión en inmuebles y de las amortizaciones de préstamos para la compra de vivienda, ya que aumentó en 2021 y 2022 en comparación con 2019.
Mercado de la vivienda
El artículo recuerda que el mercado de la vivienda entró en una fase expansiva a finales de 2020 por «la liberación de la demanda embalsada», pero también por otros factores como los reducidos tipos de interés, las nuevas preferencias habitacionales surgidas tras la pandemia, la recuperación de las rentas de los hogares y la concentración del exceso de ahorro en las familias de mayor renta.
Así, el dinamismo del mercado de la vivienda se prolongó hasta el tramo final de 2022, cuando se desaceleró significativamente debido al endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito bancario.
Sobre las amortizaciones de créditos, en 2020 fueron similares a las observadas en 2019, pero en 2021 y, sobre todo, en 2022 pasaron a superar esos registros, principalmente por «el aumento del coste de las hipotecas a tipo variable» y «el hecho de que apenas hubiera aumentado la remuneración de algunos activos líquidos, como los depósitos».