De Guindos (BCE) propone limitar el incremento de los salarios solo a la inflación subyacente
El vicepresidente de la institución monetaria apuesta por sacar el alza de la luz de la ecuación para calcular la actualización de los sueldos en Europa
La escalada de la inflación ha desencadenado una importante pérdida de poder adquisitivo, después de que el alza de los precios se haya colocado muy por encima del crecimiento de los salarios. Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene su tesis de que esta situación será temporal y, por eso, quiere desligar la negociación de los sueldos de factores como la electricidad.
El vicepresidente de la institución monetaria, Luis de Guindos, ha defendido que la actualización de los salarios que se perciben en la zona euro debería tener en cuenta únicamente el alza de la inflación subyacente, que excluye en sus cálculos a los productos energéticos o los alimentos no elaborados.
«La negociación salarial tiene que tener en consideración que la inflación es temporal», ha explicado de Guindos en una entrevista en Onda Cero.
En Europa, la inflación ya ha llegado hasta el 4,1% en el mes de octubre, sin embargo la subyacente se limita al 2,1%. La brecha todavía es mayor si atendemos al caso de España. La última actualización situó el Índice de Precios al Consumo (IPC) en el 5,5%, lo que representa su punto más alto desde 1982. Pero el cálculo sin tener en cuenta el alza de la luz muestra una subida del 1,4%.
El vicepresidente del BCE ha apostado por tomar como referente únicamente el segundo indicador, ya que las previsiones que manejan anticipan una caída de la inflación a partir del 2022, cuando irán remitiendo algunos condicionantes como los cuellos de botella en la cadena de suministros o la escalada del precio de la luz.
«Los factores que están detrás del incremento de la inflación son por naturaleza transitorios», ha reafirmado De Guindos.
La última estimación de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) determinó que este incremento de los precios ya se había traducido en una pérdida de poder adquisitivo de 8.600 millones de euros para los bolsillos de los españoles, debido a la brecha entre sus salarios y los precios de los productos que consumen a diario.
De Guindos se aferra a la reforma laboral del 2012
El vicepresidente del BCE también ha aprovechado para valorar los planes del Gobierno sobre la derogación de la reforma laboral. El exministro del Partido Popular fue el principal artificie de la normativa que ahora aspiran a negociar el Partido Socialista y Unidas Podemos.
De Guindos ha admitido que no conoce con detalle la propuesta llevará el Ejecutivo a la mesa de negociación con la patronal y los sindicatos, aunque ha hecho una defensa sobre las virtudes de su texto. «La evolución del empleo en España está siendo buena con el marco laboral que tenemos en estos momentos que es el de 2012», ha afirmado.
El exministro popular ha atribuido a su reforma laboral que el empleo haya caído durante la crisis económica del coronavirus por debajo del desplome del Producto Interior Bruto (PIB). Aunque ha admitido que España sigue enfrentándose a algunos problemas en el mercado laboral como la temporalidad. «Todo se puede mejorar pero hay cosas que están funcionando», ha sentenciado.