BBVA rompe la sequía y coloca 2.500M de activo tóxico a Intrum
Es la cartera más grande que ha vendido el banco presidido por Carlos Torres
BBVA ha roto la sequía que desde hace meses y salvo algunas operaciones -como la que hace pocos días acordó Banco Sabadell– se ciñe sobre las operaciones de venta de cartera de adjudicados y fallidos. El banco ha firmado este miércoles la venta de una cartera de préstamos dudosos a Intrum valorada en 2.500 millones de euros, que sería la mayor operación de limpieza realizada por el banco que preside Carlos Torres. La inestabilidad política está frenando este tipo de operaciones, aunque el cierre del ejercicio podría reanimar al mercado, tal como ha sucedido con la desinversión del segundo mayor banco español.
Con esta adquisición, Intrum «fortalece e intensifica su liderazgo en el mercado, al mismo tiempo que refuerza su posición como socio de referencia para las entidades financieras europeas. Se trata de la mayor operación de venta de créditos fallidos sin garantía que ha realizado BBVA hasta la fecha», apunta la compañía en un comunicado.
“Estamos muy orgullosos de haber cerrado un contrato histórico en nuestro mercado en España y de poder agregar esta cartera a nuestra actividad. Esta adquisición demuestra nuestra capacidad en la generación de valor para nuestros clientes y el compromiso con ellos en la prestación del mejor servicio, aplicando los más altos estándares éticos y de calidad en la gestión de crédito”, señala Alejandro Zurbano, director general de Intrum en España.
La cartera, enmarcada en el Proyecto Juno, cuenta con más de 300.000 expedientes, la mayoría préstamos a consumidores. “Esta operación es la séptima que realiza Intrum en 2019 representando un hito en la estrategia de inversión de la compañía en España”, ha destacado Javier Aranguren, director de Inversiones de Intrum.
BBVA, en proceso de reducción de activos tóxicos
Los supervisores están siendo insistentes en que la banca española debe continuar limpiando activos tóxicos (en mora o adjudicados) para mejorar su rentabilidad y contrarrestar los bajos tipos de interés. Sin embargo, a lo largo del segundo semestre, las operaciones han decaído de manera significativa, en un momento de menor visibilidad política y de dudas sobre la evolución económica.
En los últimos dos años, BBVA ha cerrado varias operaciones de venta de carteras de préstamos, en su mayoría, de crédito promotor e hipotecario. Entre ellas, destaca la venta anunciada en diciembre de 2018 de una cartera de créditos por un valor bruto aproximado de 1.200 millones de euros, compuesta principalmente por créditos hipotecarios dudosos y fallidos.
En junio de 2018 firmó la venta de una cartera de crédito promotor por valor bruto de 1.000 millones de euros. Once meses antes se había desprendido de otra cartera de préstamos al sector promotor, con un valor bruto cercano a los 600 millones.