BBVA cierra la reforma de su buen gobierno sin limpiar el legado de FG
El banco concluye este año varias revisiones de su gobernanza, pero mantiene al consejo, entre ellos a los afines al ex presidente a pesar del Caso Cenyt
El BBVA da por cerrada la revisión «en profundidad» de su gobierno corporativo, anunciada en marzo. Entonces, el banco adelantó cambios severos en esta materia. «El consejo ha acordado profundizar en la evolución del Sistema de Gobierno Corporativo y de su estructura, por lo que se está llevando a cabo en estos momentos un proceso de revisión en profundidad del que resultará un plan de reforma que se concretará a lo largo del ejercicio 2019», señaló en su informe específico.
Desde entonces, BBVA ha llevado a cabo varias revisiones de su gobernanza, en las que ha perdido la oportunidad de marcar distancias con los consejeros más históricos de Francisco González, mentor del actual presidente, Carlos Torres. El ahora número uno del banco, desde que comenzaran las investigaciones internas sobre la relación entre BBVA y la empresa del ex comisario Villarejo, Cenyt, ha mantenido siempre su disposición a colaborar con la Justicia, tratando de desligar al equipo ejecutivo del banco del anterior.
Así, en abril, el BBVA revisó varias políticas de gobernanzas con el objetivo de mejorarlas. Entre ellas, reformó el reglamento del consejo y modificó los reglamentos de las comisiones del consejo, incluyendo una vicepresidencia y la figura del consejero regulador.
Fuentes cercanas al banco señalan que con estos cambios se daría por cerrada la reforma anticipada en su informe de gobierno corporativo. En 2018, BBVA ya aplicó algunas modificaciones, enmarcadas dentro del proceso de sucesión de Francisco González, que cuajó en un reparto más equilibrado de los poderes ejecutivos entre el presidente, Carlos Torres, el consejero delegado, Onur Genç y el tercer consejero ejecutivo, José Manuel González-Páramo.
El Banco Central Europeo (BCE) aboga desde hace años para que los presidentes de los bancos europeos adopten funciones más institucionales que ejecutivas -como en el caso de Jordi Gual en Caixabank– y estas modificaciones habrían buscado asegurar el visto bueno de los supervisores al plan de sucesión.
Un equipo de la era González
Una de las principales especulaciones sobre el plan de trabajo de Carlos Torres para dejar atrás el legado de González es la de no renovar a una serie de consejeros cuyo cargo finaliza el próximo ejercicio, pero que no se han trasladado por ahora en realidad en los nuevos reglamentos del consejo.
BBVA cuenta con consejeros con una dilatada trayectoria en el banco, como Tomás Alfaro Drake, Carlos Loring Martínez de Irujo, o Susana Rodríguez Vidarte, que forman parte del consejo desde 2006, 2004 o 2002. El miembro más longevo, y una persona muy cercana a González, es José Maldonado, que se incorporó al consejo de la entidad financiera en 2000, pero cuyo mandato actual como consejero finaliza en 2018.
Todos ellos cuentan con la categoría de «externos», dado que habrían superado (o estarían a punto de hacerlo) el periodo legal para ser consideradores independientes (con la excepción de Maldonado todos ellos se incorporaron al banco con esta categoría).
Los estatutos del banco no establecen una duración máxima en el órgano de gobierno de los consejeros. Por su parte, el reglamento del consejo fija que no deben superar los 75 años (algo que no se ha alterado en la actualización de abril) y que la junta de accionistas debe aprobar su reelección cada tres años, como recogen los estatutos.
En 2020, también tiene que renovar su cargo, José Manuel González Páramo, que se incorporó al banco en 2013, por lo que se enfrentaría a su segunda reelección.
Una de las reformas en materia de gobierno corporativo de Francisco González -y que no se adaptaría a las recomendaciones actuales- fue justo modificar el reglamento del consejo para elevar de 70 a 75 años la edad de los consejeros y facilitar así alargar su permanencia en la presidencia de la entidad financiera.
En esa misma reforma, anunciada en diciembre de 2001, BBVA también eliminó la limitación a 12 años que entonces existía para considerar independiente a un consejero.
El banco sigue pendiente de la Justicia
El BBVA espera una nueva fecha para que Adolfo Fraguas Bachiller, director de los servicios jurídicos de BBVA España, declare en su nombre ante el juez Manuel García Castellón por su imputación en el Caso Cenyt, tras el nuevo retraso sufrido este jueves.
Previsiblemente, su intención sería responder a las preguntas del magistrado, dando continuidad a su deseo de colaborar con la Justicia. Otros imputados, entre ellos Julio Corrochano, ex jefe de seguridad del banco, o Ángel Cano, ex consejero delegado, se han acogido a su derecho a no declarar. Antonio Béjar, ex presidente de Castellana Norte, sí está colaborando y, de hecho, el nuevo retraso en el interrogatorio al banco se ha producido tras un nuevo encuentro entre Béjar y el juez García Castellón. No obstante, este último habría alegado problemas de agenda para retrasar el interrogatorio.
La entidad presidida por Carlos Torres lleva meses arrastrando el peso del escándalo suscitado por su larga relación laboral con la empresa del ex comisario Villarejo, ahora en prisión, y que presuntamente podría haber realizado escuchas ilegales para el banco durante la presidencia de Francisco González. El histórico banquero gallego dimitió un día de su cargo como presidente honorífico un día antes de la junta de accionistas del banco y cuando las investigaciones internas ya estaban en marcha.
Por ahora, BBVA ha lanzado algunos mensajes indirectos de que está tomando medidas tras el escándalo, como la destitución de Eduardo Arbizu o de Antonio Béjar, pero las especulaciones apuntan que también se notará en una revisión del consejo.
La bolsa aguanta el valor antes del dividendo
BBVA llevaba muchos meses preparando su intervención ante el juez, ahora retrasada, con la que podrían comenzar a perfilarse los riesgos reputacionales o incluso económicos a los que se enfrenta el banco. Onur Genç, consejero delegado de la entidad financiera, durante la presentación de resultados semestrales, señaló que al contrario de los periodistas, los analistas no habían mostrado ninguna preocupación por la evolución del Caso Cenyt. Esa escasa preocupación también se trasladaría a los inversores, que estarían más pendientes de la evolución del banco en Turquía o México.
Efectivamente, el BBVA es el mejor banco del IBEX este año, con un descenso inferior al 3%, frente al 10% que retrocede su valor más comparable, Banco Santander. No obstante, con los datos de los ultimos doce meses, la distancia se reduce, y la entidad presidida por Carlos Torres cede en bolsa casi un 15%, frente al algo más del 19% que se deja la entidad que lidera Ana Botín. En octubre su comportamiento también es muy similar al del Santander (ambos se dejan aproximadamente un 5%), a pesar de su inminente declaración ante el juez.
El BBVA justo eligió el 10 de octubre como el último día para comprar acciones con el derecho al cobro de una retribución de 0,10 céntimos por acción; que era el mismo día que estaba previsto que su representante legal, Adolfo Fraguas Bachiller, explicara la relación laboral que BBVA había mantenido con la empresa del ex comisario Villarejo, Cenyt, durante más de diez años.
De acuerdo con el hecho relevante publicado el 2 de octubre, el BBVA pagará dividendo el día 15 de este mes, pero para tener derecho a él es necesario ser titular de acciones al cierre de la bolsa el 10 de octubre. A partir del viernes, los títulos de BBVA descontarán ese dividendo, pero no se realizará el pago hasta el próximo martes.
El banco comunicó hace apenas unos días cuándo abonaría su tradicional dividendo a cuenta. Si bien la fecha podría no estar elegida al azar, no dista mucho de la establecida en 2018.
El año pasado, de acuerdo con datos de Bloomberg, el banco estableció el 7 de octubre como el último día hábil para poder adquirir acciones con derecho a dividendo. El desembolso lo realizó justo el día 10 de ese mes, y el importe fue exactemente el mismo que el pactado para este año: 0,10 céntimos por título.