BBVA cesa al jefe de control interno tras la imputación del banco
El banco deja fuera del grupo a Eduardo Arbizu, que será sustituido por Ana Fernández Manrique, hasta ahora la directora de riesgos no financieros
¿Primer cese por el escándalo de las escuchas de José Manuel Villarejo? BBVA ha comunicado este martes la salida del banco de Eduardo Arbizu, jefe del área jurídica y de control interno y regulación de la entidad financiera presidida por Carlos Torres.
El pasado mes de enero, BBVA contrató a PWC, Uría Menéndez y Garrigues para completar un informe forensic, en el que se investigaran la presunta colaboración del banco con la empresa de Villarejo, Cenyt.
Arbizu trabajó muchos años bajo la presidencia de Francisco González, protagonizando siempre una carrera ascendente en el banco hasta su cese este martes.
Así, el ya ex jefe de control interno, fue el responsable de los servicios jurídicos del banco durante cerca de dos décadas; cargo que también ocupó durante los años en los que, presuntamente, BBVA habría contratado a Cenyt para frenar el asalto del BBVA al banco. Arbizu se incorporó a BBVA en 2002, procedente de Barclays, como director general de asuntos legales.
Un año después, dio un salto, y se convirtió en Director de Servicios Jurídicos hasta 2007. Posteriormente fue ascendiendo, asumiendo más responsabilidades, hasta que en 2018, fue nombrado Global Head of Regulation & Internal Control. Un cargo, que tal como explica BBVA, requería que reportara al consejo de administración a través de sus comisiones.
El ejecutivo será sustituido por Ana Fernández Manrique, hasta ahora directora de riesgos no financieros, que ha desempeñado, durante más de veinticinco años en el grupo, «funciones en los ámbitos de finanzas, estrategia y M&A, real estate y banca minorista, entre otras», señala el banco.
“Estoy muy ilusionada y quiero agradecer la confianza depositada en mí para afrontar este gran reto”, apunta Ana Fernández Manrique, que será desde ahora la encargada de liderar esta nueva etapa; cuya primera fase crítica será conocer el contenido de las investigaciones que está llevando a cabo la Audiencia Nacional.
Está previsto que el juez que instruye el caso pueda levantar el secreto de sumario a la vuelta del verano.
BBVA, bajo presión judicial y del BCE
El cese coincide, asimismo, con la imputación del banco por la Audiencia Nacional, algo que se conoció este lunes. “Ha sido un honor y estoy muy agradecido de haber formado parte de este gran Grupo todos estos años”, recoge BBVA declaraciones de Eduardo Arbizu, en el escueto comunicado remitido por el banco. En él no precisa las circunstancias que han impulsado el relevo del ejecutivo.
Por el momento, de acuerdo con EFE, el juez instructor del caso habría visto indicios de que los ejecutivos de la entidad conocían que el banco empleaba los servicios del ex comisario, lo que aumenta la presión sobre la cúpula del banco. El propio Francisco González ha salido al paso y ha negado que conociera los presuntos trabajos de Villarejo para la entidad; también ha defendido al grupo y sus sistemas de control.
Una de las claves del proceso, que podría dirimir el futuro en la causa del banco, es demostrar que la entidad adoptó todas las medidas necesarias para evitar prácticas indebidas. El cese de Arbizu, que supervisaba el control interno, podría interpretarse cómo un movimiento del banco para purgar responsabilidades porque esos sistemas no hubieran funcionado todo lo bien que deberían.
El Banco Central Europeo (BCE) también está presionando al banco para que resuelva la crisis. Luis de Guindos, vicepresidente de la entidad, señaló que esperaría a que la justicia actuara y la imputación de la entidad podría haber sido un revulsivo para exigir que comenzaran a purgar responsabilidades.