Barcelona tardará 15 años en absorber el exceso de oficinas
Los analistas del sector calculan que la ciudad tiene casi un millón de metros cuadrados vacíos, el 20% del total. Un informe de Jones Lang La Salle asegura que no se construirá ni un sólo edificio nuevo en 2012
Barcelona tardará 15 años en absorber el exceso de ofertas en el mercado de oficinas. La retirada de los fondos de inversión y de algunas familias catalanas que habían apostado años atrás por la compra de inmuebles en el 22@ para destinarlas al alquiler ha dejado el mercado en una situación desértica. “La ciudad tardará 15 años en absorber el exceso de oficinas disponibles”, explica Gonzalo Bernardos, profesor de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona.
La ciudad no tendrá ni un sólo edificio de nueva construcción para el mercado de alquiler de este año. Las únicas tres nuevas edificaciones han sido encargadas por sedes corporativas (el Colegio de Economistas, en la Plaza Gala Placidia, MRW, en Plaza Europa; y de Desigual en la Nueva Bocana) según el estudio del mercado de alquiler de oficinas en Barcelona del primer trimestre presentado por Jones Lang La Salle, una compañía financiera especializada en el sector inmobiliario.
La paralización de las nuevas construcciones mantendrán la tendencia a la baja de los precios que ya acumulan una caída del 40% desde 2008.
Casi un millón de metros cuadrados vacíos
La caída de la demanda ha permitido que se puedan alquilar oficinas en el centro de Barcelona a nueve euros el metro cuadrado, un pronunciado descenso desde los 32 euros el metro cuadrado de 2007. “El mercado de alquiler de oficinas en Barcelona puede rondar los cinco millones de metros cuadrados. Y entre 800.000 y un millón de metros cuadrados, casi el 20% están vacíos”, explica Bernardos.
Las ubicaciones con mayores dificultades para la comercialización de los espacios son municipios muy alejados de Barcelona como Viladecans o Sant Cugat del Vallès. “No se venderán nunca. Serán monumentos del boom inmobiliario”, explica Bernardos.
Pero en Jones Lang La Salle tienen una visión más optimista. “No corremos el riesgo de tener edificios zombies. Tenemos experiencias previas de dos crisis anteriores en los últimos 20 años y hemos visto que en la mayoría de los casos simplemente se demora más tiempo su comercialización”, explica José Miguel Setién, director del departamento de Agencia de la empresa.