Bankinter cuestiona el futuro mapa bancario del Gobierno y reivindica su independencia
Considera que el tamaño no es relevante a la hora de garantizar el futuro de una entidad y esgrime sus ratios para crecer en solitario
Bankinter no comparte el diseño del mapa bancario del Gobierno, que dibuja un sector aglutinado por sólo ocho o diez grandes entidades financieras con un volumen de activo de entre 150.000 y 200.000 millones de euros. La consejera delegada del banco controlado por Jaime Botín y Crédit Agricole ha realizado este jueves una declaración de independencia al afirma que puede navegar perfectamente en solitario. A su juicio, el tamaño no es relevante a la hora de garantizar el futuro de una entidad si ésta es solvente y está bien gestionada.
«A veces David gana a Goliat», ilustró, por lo que prefiere entidades «gestionadas con rigor y no por criterios de tamaño».
Bankinter esgrime los ratios conseguidos en 2011: un incremento del beneficio del 20%, pese a haber aumentado las provisiones netas por activos problemáticos el 9%, hasta sumar 1,195 millones, disponer de un ratio de capital básico del 9,3% y de un ratio de mora del 3,2%, muy inferior al 7,5% del conjunto del sector.
Saneamiento fuerte
El banco resalta que ha realizado un esfuerzo de saneamiento notable, sobre todo en créditos fallidos y activos inmobiliarios adjudicados por impago. Sólo esas dos partidas suman 411 millones, frente a 209 millones un año antes.
La cuenta de resultados sobrevive a este impacto gracias al tirón del negocio asegurador, las mejoras en los réditos por comisiones, las menores pérdidas por deterioro de activos y la contención de costes.
Sobre estas cifras y esa filosofía, la entidad analiza las oportunidades de compra de entidades competidoras que hay encima de la mesa y las que puedan surgir con el único criterio de que encajen en las estrategias de negocio y geográfica del banco.
Dancausa ha matizado que el nuevo Gobierno no se ha dirigido a ellos para avanzarles ese futuro mapa y por ello añade que “nadie nos está obligando a comprar nada”. Tampoco han tenido información oficial alguna sobre el futuro escenario de provisiones que el Ministerio de Economía va a exigir a las entidades para sanear los activos inmobiliarios. “Solo sabemos lo que publican los medios”. ha matizado.
En virtud de estas informaciones, su equipo directivo ha realizado escenarios hipotéticos. En el más exigente, el impacto en cuenta de resultados en 2012 sería de unos 70 millones de euros. Una dotación que no pondría en peligro la consecución de beneficios, según la ejecutiva.
Dancausa ha criticado también con dureza la nueva aportación exigida por el Gobierno anterior, con el apoyo del ejecutivo entrante, al Fondo de Garantía de Depósitos para financiar el saneamiento de los bancos intervenidos y que van siendo subastados. Además, el Gobierno planea financiar a la banca parte de las provisiones inmobiliarias que va a pedir a través del endeudamiento de ese fondo, que atendería el servicio de la deuda con esas aportaciones de las entidades.
Los cautos pagan la juerga de los imprudentes
A juicio de Dancausa, la medida implica que los bancos «prudentes» acaben pagando la «juerga» de otras entidades. «Que cada palo aguante su vela, que no se paguen los errores de mala gestión de otros. Nosotros no nos volvimos locos en el ‘boom'».
Sólo en 2011 la entidad ha aportado al FGD un total de 15 millones, el 52% más respecto al 2010. Este año su estimación de aportación al fondo sube a 50 millones.
Bankinter reivindica el papel de la banca como motor de la economía y lamenta el «mantra» extendido de que el crédito no fluye hacia familias y empresas, pues puede convertirse en una «barrera» para normalizar la concesión de préstamos.
«Decir que la banca quiere dejar de dar crédito es decir que la banca va a cerrar, porque la única misión de la banca es dar crédito», sentencia.
Bankinter afirma que elevará sus cifras de crédito en 2012 apoyado en los 5.000 millones de liquidez que ha obtenido del BCE. Esa partida se destinará también a amortizar emisiones de deuda viva y a comprar deuda española.