El consejo del Banco de España si pagas en efectivo: que no te timen
Así como sucede con los billetes, también hay falsificaciones de euros en monedas. Pero se puede evitar ser timado con estos pasos
En ocasiones por las prisas, o por un descuido por algo tan mecánico como entregar dinero y recibir el cambio, se puede ser víctima tanto de errores involuntarios por parte de comerciantes como de timos en toda regla con dinero falso.
Pero se pueden evitar con estos pasos.
El consejo del Banco de España si pagas en efectivo: que no te timen
El Banco de España aconseja la regla de los cinco pasos, donde a través de una sencilla mecánica se puede salir de dudas respecto al dinero en efectivo.
Uno es verificar que las monedas sean de euros. Con los billetes es más fácil, pero muchas monedas de otros países suelen repetir el diseño de un centro plateado y un borde dorado.
Tan solo, se trata de esta atento y ver que figure la palabra ‘Euro’ con el mapa de Europa de un lado; y del otro, la acuñación con una imagen que identifica al país emisor con las 12 estrellas de la bandera comunitaria.
Alineamiento y concordancia
Un truco para comprobar la autenticidad es sostener la moneda entre dos dedos y girarla sobre sí misma. Así se produce el ‘giro moneda’, que es cuando las imágenes de las dos caras tienen que estar alineadas en sentido vertical.
Las monedas de 1 y 2 céntimos son muy magnéticas, las de 1 y 2 euros levemente magnéticas, y las de 10, 20 y 50 céntimos no lo son para nada
El otro es la concordancia: desde el 2007 el mapa de la Europa es más grande, para incluir a todo el continente y no solo a los miembros de la Unión como era antes. Para saber el año de acuñación, basta encontrarlo en la cara nacional.
Magnetismo y superficie
Las monedas de 1 y 2 euros, apunta el Banco de España, son ligeramente magnéticas pero solo en su centro. Las de 1 y 2 céntimos, de cobre, son fuertemente magnéticas, y mientras que las de 10, 20 y 50 céntimos no lo son en absoluto.
El quinto paso para ver la autenticidad de las monedas de euro es mirar el mapa con detenimiento, y comprobar que en las de uno y dos euros esta figura “deberá tener la superficie parcialmente rugosa”.