El Banco de España advierte un deterioro en las pymes: los costes de producción lastran los beneficios
La recuperación de las ventas en el segundo y tercer trimestre de 2022 no estaría compensando los incrementos de los costes productivos y laborales, algo que afecta menos a las grandes empresas
Las pequeñas y medianas empresas, que configuran el 99% del tejido empresarial español, vieron deteriorados sus beneficios entre abril y septiembre de 2022 como consecuencia del alza de los costes de producción. Incrementos derivados, primero de una pandemia con cuellos de botella en las cadenas de suministros y, después, de la crisis energética e inflacionista agravada desde febrero del pasado año con el inicio de la guerra en Ucrania.
Así lo constata el Banco de España (BdE) en un informe publicado este jueves sobre la evolución económica de las pymes españolas y su acceso a la financiación externa extraído de la encuesta semestral del Banco Central Europeo. El supervisor del sistema bancario español describe una situación de recuperación de la actividad de las pymes a lo largo de 2022 por el fin de las restricciones por la Covid-19, la cual no habría sido suficiente por sí misma para traducirse en una recuperación total de sus beneficios.
Situación económica más delicada que también habría repercutido en una situación financiera peor: por primera vez desde el año 2013, las pymes han deteriorado su acceso a la financiación externa. No obstante, el Banco de España explica que este incremento es leve y aún se mantiene «en valores históricamente reducidos».
Aumentan las ventas, pero también los costes productivos y laborales
La encuesta, que recoge las percepciones de 1.300 sociedades españolas, constata una mejora de la actividad productiva. «El número de pymes españolas que declararon un aumento de las ventas en el período de referencia fue, por tercera vez consecutiva, superior al de las que señalaron lo contrario, lo que indicaría una prolongación de la pauta de recuperación, tras el fuerte descenso de facturación registrado en 2020″, explica el BdE.
De esta manera, la tendencia de las pymes a la recuperación de la cifra de negocios es positiva, aunque peor que la registrada por las empresas españolas de mayor dimensión y por las empresas de la Unión Económica y Monetaria. Por sectores, las empresas que han declarado una menor recuperación de las ventas son las pertenecientes al comercio, siendo las que más las de la construcción.
Las grandes empresas españolas sí declaran mayores beneficios
Por otra parte, la encuesta refleja que se habría seguido produciendo un «incremento generalizado de los costes de los insumos y laborales». En concreto, un 65,2% de las pymes señalaron, en términos netos, que habrían aumentado sus costes laborales, y un 94%, que lo habrían hecho el resto de sus costes de producción. Estas cifras representan, según el Banco de España, máximos históricos y se sitúan «claramente por encima de las registradas en el caso de los incrementos en la facturación».
Todo ello habría derivado en un descenso de los beneficios empresariales de las pymes en contraste con lo que declaran las grandes empresas: un aumento de beneficios en este periodo respecto a la encuesta anterior de octubre de 2021 a marzo de 2022. Algo que estaría en consonancia con la mejora de los márgenes de las empresas españolas que también registró el BdE en su última publicación de la encuesta Central de Balances.
Sin embargo, el BdE constata que todavía no se ha incrementado el porcentaje de las pymes españolas «más vulnerables», es decir, aquellas que señalan caídas de las ventas, reducción de los beneficios, incremento de los gastos por intereses y una estabilidad o aumento de su ratio de deuda sobre activos. El porcentaje sigue siendo del 7%.
Menor accesibilidad a préstamos bancarios
Respecto al acceso a la financiación de las pequeñas y medianas empresas, la encuesta refleja un deterioro por primera vez en una década en el grado de accesibilidad a los préstamos bancarios, que son la principal fuente de financiación para las pymes, según el BdE. No obstante, las cifras están «muy por debajo de los valores observados durante la última crisis financiera» cuando se registraron porcentajes negativos de hasta el -37% en España.
Aunque esta es una preocupación de las pymes, porque estiman que el acceso a la misma empeore en los próximos meses, su principal preocupación es el incremento de los costes de producción, señalado por el 22% de las encuestadas frente al 6% que eligen como primer problema la dificultad de acceder a un crédito. De hecho, solo el 21% de las encuestadas afirma haber solicitado un préstamo bancario, debido a que «un porcentaje elevado de pymes mantienen aún un remanente de liquidez, después de que en 2020 muchas recurrieran al crédito bancario tanto para cubrir sus necesidades de financiación como para construir colchones de liquidez», detalla el BdE.