El Banco de España se alinea con Calviño y pide «prudencia» sobre la subida del SMI
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, pide "prudencia adicional" sobre la subida del SMI ante su impacto en el empleo de los jóvenes
Tras la polémica suscitada por el informe del Banco de España sobre el impacto de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, el gobernador del organismo, Pablo Hernández de Cos, ha salido este viernes en defensa del documento y se ha alineado con la postura de la vicepresidenta Nadia Calviño para pedir “prudencia” sobre una eventual subida del SMI este año.
Durante su intervención en la clausura del XXXVIII seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander (Cantabria), Hernández de Cos ha querido preservar el papel independiente y neutral del organismo supervisor ante las decisiones del Gobierno.
Sin embargo, se ha mostrado claramente alineado con el discurso de Calviño respecto a la necesidad de prudencia a la hora de decidir si subir o no el SMI en 2021. Y lo ha hecho al pedir que se incorpore el elemento de la coyuntura económica para la decisión ya que, ha dicho, todavía hay una situación de crisis económica con unos niveles de PIBy. Empleo “significativamente más bajos” que antes de la crisis.
Además, al igual que ha apuntado Calviño en alguna ocasión, ha señalado que algunos de los colectivos potencialmente más afectados por este tipo de medidas se han visto igualmente partifucularmente afectados durante la crisis, como es el caso de los jóvenes.
“Eso exige un elemento de prudencia adicional”, ha sentenciado Hernández de Cos, coincidiendo con el mensaje lanzado por la vicepresidenta Calviño en las últimas semanas tras reactivarse el debate sobre la conveniencia de incrementar el SMI o no, con motivo de la publicación del informe del Banco de España y del informe de la comisión de expertos designada por el Ministerio de Trabajo.
Defiende su informe y ve “beneficios y efectos negativos”
Hernández de Cos ha defendido, frente a las críticas recibidas por algunas formaciones como Unidas Podemos o los sindicatos, que el documento del organismo fue escrito por “algunos de los mejores economistas, sin ningún tipo de connotación política y con un análisis técnico y muy riguroso”.
Ha admitido, no obstante, que el informe es “necesariamente incompleto” puesto que a la postre es una “pieza adicional que contribuye al debate”, pero queda por conocer cómo ha influido la subida del alza del SMI de 2019 en los trabajadores afectados transcurridos varios años del desde el incremento.
“Sobre qué hacer le corresponde al ámbito político; los resultados son los que son y pueden ser un buen imput para los que tienen que tomar la decisión”, ha opinado, señalando que en el trabajo se reflejan algunos “beneficios” para los que mantienen el empleo y aumentan su salario pero también “efectos negativos” para los que pierden su puesto de trabajo.
El informe del Banco de España publicado el 8 de junio por el Banco de España sobre el impacto de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2019 levantó una polvareda de reacciones, especialmente críticas desde Unidas Podemos, cuyo diputado Rafael Mayoral llegó a tachar en el Congreso de “impresentable” al gobernador del Banco de España y aseguró que, por ello, habría que “correrlo a gorrazos” al considerar que con el informe ataca de manera salvaje los derechos de la gente más vulnerable.
El organismo supervisor estimaba en su informe que la subida del 22% del SMI de 2019, hasta 950 euros, redujo entre 6 y 11 puntos porcentuales el empleo entre los beneficiarios del SMI, lo que podría haber supuesto la pérdida de entre 80.000 y 180.000 empleos, aunque hablaba también de que afectó (en positivo) al 10% de trabajadores, en torno a 1,6 millones de beneficiados y contribuyó en términos de “equidad”.
Calviño y Garamendi ignoran al comité de expertos de Díaz
El grupo de expertos designado por el Ministerio de Trabajo dio a conocer el viernes pasado su informe final en el que propone subir este año ente 12 y 19 euros el SMI, hasta un máximo de 969 euros desde los 950 euros actuales, y situaron el objetivo del Gobierno de que el SMI alcance el 60% del salario medio en la equivalencia de una horquilla de entre 1.011 y 1.049 euros al mes en 14 pagas en el año 2023.
Pero tanto Calviño como el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, han mantenido durante sus intervenciones en los cursos de verano de la APIE y la UIMP su rechazo a la intención de la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, de acometer un alza del SMI este año.
“La prudencia y la determinación para lograr ese objetivo (60% del salario medio 2023) tienen que ser los principios que nos guíen como ha sido el caso desde hace tres años”, señaló Calviño, quien insistó en que hay que aumentar el SMI y mejorar las condiciones laborales pero sin poner “en riesgo” el impulso de la recuperación y la creación de empleo.
A su juicio, la “prioridad” es la reincorporación de los trabajadores en ERTE o los trabajadores que han perdido sus puestos de trabajo y no han encontrado otro, algo que compartió a posteriori Garamendi, quien cree que no es el momento idóneo para la subida.
El alza del SMI dividió a finales del año pasado al Gobierno entre el ala favorable a acometer una nueva subida, con Yolanda Díaz al frente y coincidiendo con la exigencia de los sindicatos que reclaman que se suba ya; y la parte que optaba por esperar, como defiende Nadia Calviño, en línea con la postura de CEOE y Cepyme.