Banco de España y AIReF reducen a la mitad el impacto de los fondos europeos en 2021
Banco de España y AIReF limitan el impacto de los fondos europeos a entre 6 y 7 décimas de PIB este año por el retraso y la lentitud en su ejecución, que será de unos 12.000 millones de euros
Nuevo jarro de agua fría de los organismos supervisores y fiscalizadores sobre la ejecución de los fondos europeos recogidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia debido a la lentitud y los retrasos en la ejecución de dichos fondos, lo que está reduciendo a la mitad el impacto previsto inicialmente para este año, aunque será mayor de lo vaticinado en 2022.
Así lo estiman tanto el Banco de España como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), quienes han rebajado sus previsiones de hace unos meses respecto a la ejecución de los fondos ante los retrasos en las convocatorias y la implementaciones de las inversiones recogidas en el Plan de Recuperación.
El Banco de España calcula en su último informe de proyecciones económicas que el impacto de los fondos europeos en el conjunto del ejercicio se situará este año en torno a seis décimas de PIB, lo que supone casi la mitad respecto al punto que auguraba el pasado mes de junio.
Asimismo, la AIReF, que ha avalado el último cuadro económico del Gobierno que mantiene sus previsiones de crecimiento pero adelanta a finales de este año la recuperación del nivel prepandemia del PIB y del empleo, señala que persiste la incertidumbre sobre el impacto del Plan de Recuperación, cuya ejecución se ha retrasado respecto a lo contemplado en los anteriores presupuestos y en la actualización del Programa de Estabilidad de abril.
De hecho, como ya anticipó el pasado julio, la AIReF ha revisado a la baja el impacto macroeconómico para 2021, hasta 0,7 puntos porcentuales del PIB, frente a los 1,5 puntos porcentuales estimados en primavera, dejando inalterada la estimación para 2022, en 2,5 puntos porcentuales hasta que no se disponga de más información
Hasta la fecha, según datos facilitados a Economía Digital por el Ministerio de Hacienda, se han ejecutado unos 4.500 millones de euros del total de 24.198 millones presupuestados, lo que supone el 19% del total, si bien se han comprometido ya el 41% del total de recursos europeos de reconstrucción.
12.000 millones este año y 32.000 millones en 2022
El Banco de España calcula que en 2021 se ejecutarán unos 12.000 millones de euros, apenas la mitad de los 24.198 millones de euros presupuestados por el Gobierno en los Presupuestos de 2021, por debajo de los 16.0000 millones que estimaba el organismo supervisor en junio o de los alrededor de 33.000 que se llegaron a a contemplar en el Plan de Estabilidad.
No obstante, la previsión es que buena parte del retraso se traslade a 2022, cuando se ejecutarían proyectos de inversiones por 32.000 millones de euros de los fondos europeos, unos 2.000 millones más de lo que calculaba el Banco de España en junio y por encima de los 27.000 millones contemplados en el Plan de Estabilidad. Para 2023 augura la ejecución de unos 34.000 millones en 2024 serían unos 7.500 millones, en 2025 algo menos de 5.000 millones y en 2026 apenas 3.000 millones.
El organismo supervisor sostiene, en cualquier caso, que el despliegue de los proyectos asociados al programa europeo NGEU apoyará la recuperación de la actividad y tenderá a impulsar el producto potencial de la economía, con una tasa intertrimestral del PIB especialmente pronunciada hasta mediados de 2022, pues es este el periodo en el que se espera que los aumentos del gasto asociado al NGEU tengan una mayor magnitud.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, cree que las complejidades unidas al problema que supone ya de por sí los elevados volúmenes de recursos de fondos europeos hacen que los retrasos en su ejecución sean “naturales” y pueden ser incluso “positivos” a futuro si dicha demora obedece a que se está siendo “particularmente rigurosos” y selectivos para elegir proyectos con mayor potencial de aumentar la capacidad de crecimiento.
Por ello, Arce cree que si se gasta “algo menos” en 2021 pero se traslada esa ejecución a 2022 o 2023 no hay que preocuparse “demasiado” por ello, ya que con la propia inercia de la recuperación económica la economía española está siendo capaz de reabsorber a los trabajadores que perdieron su empleo con la crisis.
La complicaciones
Arce explicó que el sistema de gobernanza descentralizado en España “puede tener más sentido” pero al final añade “más complejidades” a las propias administraciones territoriales que tienen un papel importante en la gestión de los proyectos de los fondos.
La propia vicepresidenta primera, Nadia Calviño, admitió esta semana que en la primera fase de recepción de los fondos europeos estructurales el cometido era hacer “grandes infraestructuras”, algo “relativamente fácil de hacer”, pero en la actual fase de fondos para la reconstrucción es “más complicado”, ya que se trata de innovación y hacer grandes redes empresariales, por lo que se está reduciendo la «maraña regulatoria». En todo caso, prometió que se «ejecutarán plenamente» los fondos.
Entre los motivos que señalan desde CEOE, la Cámara de Comercio de España o asociaciones de UPTA o ATA como causantes de las dificultades de acceso de pymes y autónomos se encuentra el poco plazo en las convocatorias o la falta de información centralizada.
Bruselas desembolsó el primer anticipo de 9.000 millones de euros a España a mediados de agosto, un 13% de la prefinanciación que le corresponde del total de 69.528 millones en transferencias que España va a recibir hasta 20023 del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en el marco del programa Next Generation UE, y otros 70.000 millones a modo de préstamos los tres años siguientes.