La banca española recorta liquidez y adelanta nuevas contracciones del crédito
Las entidades reducen a mínimos históricos las peticiones de financiación del BCE por las subidas de tipos mientras contraen el crédito tanto a familias como a empresas
Los bancos españoles están siendo de los más reticentes del euro a remunerar los depósitos, con el argumento de que les sobra liquidez. Eso ha hecho, junto con las subidas de tipos de interés, que el Banco Central Europeo elevó al 4,25% a finales de julio, que las entidades estén reduciendo drásticamente la financiación que obtienen del propio BCE, por lo que en realidad cada vez tienen menos dinero en caja.
Esta situación no les incomoda, pues no creen que vayan a necesitarlo, lo que no es una buena noticia para la economía española. Si reducen la financiación del BCE y no logran liquidez extra de los ahorradores, significa que tienen menos dinero para inyectar a la economía.
Es decir, que los últimos datos apuntan a que la reducción del crédito a familias y empresas seguirá durante lo que queda de año e incluso podría agudizarse.
El Banco de España publicó este lunes los datos de financiación otorgada por el BCE a las entidades de la zona euro. La caída es histórica: la llamada financiación a largo plazo, la que suelen utilizar como herramienta para mantener a un buen nivel su liquidez, se redujo a 37.484 millones en julio, menos de la mitad que en junio y ocho veces menos que hace un año, cuando rozaban los 290.000 millones.
Subieron, sin embargo, las operaciones a una semana, pero son marginales –se multiplicaron por seis respecto a junio y pese a ello fueron solo 2.575 millones– y solo indican alguna necesidad puntual a corto plazo.
El montante de lo que necesitó la banca española quedó muy por debajo de lo habitual, y al menor nivel en 12 años, precisamente desde la crisis financiera e hipotecaria de hace más de una década.
El dinero del BCE que Santander, Caixabank, BBVA, Sabadell, Unicaja, Bankinter y el resto de entidades españolas tienen en caja sigue, pues, cayendo, y se sitúa a la mitad que hace un año. En concreto, en 447.000 millones.
La principal fuente sigue siendo las compras de activos, normalmente bonos y emisiones de deuda en general, más a largo plazo, pero cada mes el total es menor, por lo que significa que las entidades también acuden cada vez menos a ellas.
No hay datos agregados de la liquidez total de la banca española, pero teniendo en cuenta que acuden mucho menos a su principal financiador y que no están entrando en una guerra por captar depósitos, sino que la mayoría de entidades están apostando por otro tipo de productos de inversión para sus clientes con liquidez, queda claro que tienen menos dinero en caja.
El crédito cae desde principios de año
La consecuencia de que dispongan de menos liquidez es una reducción del crédito. Los datos del regulador presidido por Pablo Hernández de Cos, que cubren solo hasta el cierre del primer trimestre, ya apuntan a una bajada de cerca del 2% de los préstamos tanto a particulares como a empresas, con una especial afectación en hipotecas.
El propio Banco de España advertía, en su último Boletín Económico, que “los bancos anticipan una nueva contracción de la oferta y de la demanda de crédito” para el segundo trimestre, ya concluido, pero que a la vista de los datos y las subidas de los tipos, continuará.
El organismo señala como responsables las subidas de tipos, que se han trasladado a la oferta crediticia, haciéndola menos atractiva.
“La traslación del aumento de los tipos de interés de mercado a los de las nuevas operaciones de crédito ha continuado intensificándose en los últimos meses”, apunta el Banco de España, que recoge también que si se comparan con el resto de la zona euro, “el coste de los préstamos para adquisición de vivienda y del crédito a empresas se sitúa en niveles similares, mientras que en el segmento de consumo el coste es mayor en España”, lo que explica que las entidades los estén potenciando.
El informe insiste en que es el crédito hipotecario, muy voluminoso, el que más se está contrayendo: en mayo, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística, se hundían un 24%.
La causa es la subida del euríbor pero también, apunta el Banco de España, una bajada de la demanda que está causada por los propios costes de financiación, pero también por las incertidumbres económicas, que pueden frenar decisiones de compra que requieren grandes desembolsos, como es la de una vivienda para la gran mayoría de las familias.
Este informe es previo a la última subida de los tipos de interés, la que el banco central que preside Christine Lagarde decidió el 27 de julio, hasta el 4,25%.
Este encarecimiento del euro augura más incrementos del coste de financiación tanto de la banca como de sus clientes, por lo que no apunta a que la concesión de crédito vaya a mejorar a corto plazo con la actual política monetaria y una inflación aún por encima del 5% en la eurozona.