Economía negocia un plan alternativo para salvar las ayudas rurales del 5G
El equipo de Nadia Calviño ya trabaja para reenfocar la tipología de ayudas a las redes 5G y ha intensificado las conversaciones
Las ayudas al despliegue de 5G en zonas rurales se ha convertido en una de las preocupaciones del Ministerio de Asuntos Económicos y Agenda Digital. Más allá de su impacto económico, 15O M€; o el número de beneficiarios -que al ser zonas despobladas no es significativo-, se trata principalmente de una cuestión de imagen pública. Por eso, que el ‘Programa UNICO 5G Redes-Pasivas’ quedara desierto fue un contratiempo. Ahora se negocia en varios frentes para que todo salga adelante.
En concreto, el equipo de Nadia Calviño ya trabaja para reenfocar la tipología de ayudas a las redes 5G pasivas. Tal y como avanzó a principios de agosto ECONOMÍA DIGITAL, el conjunto de torreras que debían acceder a las ayudas de 150 millones decidieron no acudir a la llamada. No estaban de acuerdo en la formulación del programa y, en concreto, en la tipología de ayudas que se concedían.
Ahora toca empezar de nuevo. Por un lado, con respecto a la cuantía de estas ayudas, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, aclaró hace unos días en el ‘36º Encuentro de la Economía Digital’ organizado por la patronal de la industria digital Ametic que los 150 M€ serían distribuidos en otras ayudas. ¿Y entonces qué sucederá con el 5G en zonas rurales?
Desde la propia Secretaría de Estado aclaran que en estos momentos se está en fase de negociación con Bruselas para saber cómo desarrollar la nueva convocatoria. La clave está en saber si desde Europa permitirán ofrecer ayudas a la infraestructura activa, que es la reclamación del sector para que el programa tenga sentido.
En este contexto, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL, también estarían existiendo contactos con las empresas implicadas (American Towers, Totem, Vantage, Tradia –Cellnex-) para conocer sus exigencias. Aunque esta situación es de sobra conocida por el equipo de Nadia Calviño, dado que antes de estructurar el programa de ayudas ya dejaron constancia de cuál debería ser el camino.
¿Qué problema existe con estas ayudas?
La actitud que han tenido las grandes torreras con esta ayuda es algo que se barruntaba dentro del sector -y el ejemplo fue que en Italia también hubo problemas-. El desarrollo de infraestructura pasiva tiene poco sentido si no viene acompañado, a su vez, por un despliegue de infraestructura activa (equipos de radio).
Es decir, sirve de poco que American Towers, Totem, Vantage, Tradia -Cellnex- accedan a ayudas, más lo que tengan que invertir ellos mismos, si posteriormente dicha infraestructura no se completa con los equipos activos de Telefónica, Orange, Vodafone, MásMóvil… para dar sentido al desarrollo estratégico del 5G.
¿Y por qué no hay ayudas a los equipos activos? Esa es la clave de todo. Este tipo de ayudas deben ser revisadas por Bruselas para tener su aprobación. El problema es que las infraestructuras activas se han visto como potenciales «ayudas de Estado» directas a las compañías, y eso no se quería hacer.
De esta manera, y según explican fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL, sería fundamental para que el ‘Programa UNICO Redes 5G’ tuviera un mayor interés para las compañías torreras que, a su vez, existiera algún tipo de ayudas para los equipos activos.
Hay que tener en cuenta que, pese a ser ayudas, gran parte del despliegue lo tendrían que acometer las empresas, torreras y operadores de telefonía, con sus propias inversiones. Y eso solo lo harán, lógicamente, cuando asuman que se trata de proyectos que tiene rentabilidad, puesto que las zonas son rurales o de difícil acceso, y siempre tiene menores retornos sobre el capital invertido.