Las empresas alertan de que los 3.000M de ayudas al gas serán insuficientes por el ‘efecto llamada’
El Gobierno ha instado a los consumidores a pasarse a la tarifa TUR del gas natural, pero no esperaba semejante avalancha; algo que será un problema
El Gobierno ha medido mal sus últimos movimientos en materia energética. Con el objetivo de facilitar la vida de los consumidores y la carga sobre el bolsillo, el Ejecutivo ha lanzado un plan de ayudas relacionadas con el consumo de gas natural por valor de 3.000 millones de euros. Lo que no tenía previsto era el ‘efecto llamada’ que ha provocado para cambiarse de tarifa y que ahora puede dejar dichas ayudas muy cortas.
En concreto, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció la semana pasada la implantación del ‘Plan Más Seguridad Energética’. Unas ambiciosas medidas de ayuda enfocadas para aliviar las facturas de los edificios con calderas comunitarias; ampliar las prestaciones del bono social térmico; y asumir los costes el déficit de tarifa de la tarifa regulada del gas (TUR). Y por aquí viene el problema.
Según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, existe una preocupación real de que el Gobierno se haya quedado corto con las ayudas debido al importante volumen de cambios que habrá entre el mercado libre y el regulado. Es decir, el nuevo plan dispone que el déficit de tarifa que genera la TUR, puesto que los costes aplicados no son los reales, serán sufragados por los Presupuestos Generales del Estado hasta diciembre de 2023.
Hasta ahora dicho déficit era cargado en diferido al total de los consumidores de gas, pero como la tarifa TUR tiene capada la posibilidad de ejecutar subidas de precios, el Gobierno ha decidido hacerse cargo de todos los costes vía presupuestos. Y todo estaba encauzado hasta que se ha producido un ‘efecto llamada’, que ha generado el propio Ejecutivo, y ahora miles de personas quieren cambiarse a la tarifa TUR porque es más barata.
¿Cuántos clientes se espera que cambien?
Los 3.000 M€ deben cubrir todo el plan, incluyendo ayudas a las calderas, ampliaciones del bono social y cobertura del déficit. Para este último apartado, el Gobierno no ha comunicado de forma pública qué umbral de usuarios maneja dentro de sus estimaciones para la cantidad de ayuda sea suficiente.
Pese a que la cifra es muy volátil, debido a los precios del gas, más o menos el déficit que puede generar cada cliente es de unos 200€ al año. Con este margen, la diferencia entre que se pasen 1 millón de clientes, 2 o 3, al mercado regulado puede suponer una diferencia de más de 400 M€ nuevo a imputar en el déficit que asumiría el Gobierno vía presupuestos, y que se contemplan en la partida del ‘Plan’.
Así, y tal y como se están produciendo las circunstancias, desde el sector asumen que las expectativas han superado la realidad. De esta forma, y a tener en cuenta la avalancha que están sufriendo las empresas, todo hace indicar que el volumen será mucho más alto del imaginado por el Gobierno.
La única posibilidad de que el ‘Plan’ no necesite de mucho más dinero, pese al cambio masivo de clientes, es que el precio mayorista del gas sea más bajo que el del último año. De esta manera, las empresas tendrán menos margen para generar déficit entre su coste y el precio de las tarifas.