Autónomos: los grandes cambios para la Declaración de la Renta de 2022
El Gobierno introduce algunas modificaciones que afectarán a los trabajadores por cuenta propia y entrarán en vigor el 1 de enero de 2023
El nuevo año está a la vuelta de la esquina. Pues, queda poco más de una semana para finalizar 2022 y comenzar 2023. Con la vista puesta en el próximo año, los contribuyentes, especialmente, los que trabajan por cuenta propia, habrán de tener en cuenta una serie de novedades fiscales que entrarán en vigor el próximo año.
Y es que, el Gobierno ha introducido algunos cambios que entrarán en vigor el 1 de enero de 2023 mediante la Ley de Presupuestos Generales del Estado. A continuación, te explicamos que modificaciones deben tener en cuenta los autónomos para presentar la Declaración de la Renta del próximo año.
Cambios a tener en cuenta
Los autónomos se beneficiarán de una reducción de un 5% adicional en los rendimientos netos en la tributación por módulos. Además, se prorrogan un año más los límites vigentes de exclusión del sistema de módulos, por lo que más contribuyentes podrán seguir tributando a través de este sistema.
Por otro lado, podrán disfrutar de una deducción de gastos de difícil justificación, entre los que la Seguridad Social pone como ejemplo los ordenadores, el alquiler de locales o la compra de suministro. Esta deducción será del 7% para los autónomos y del 3% para los autónomos societarios.
Además, el próximo año entrará en vigor el nuevo sistema de cotizaciones para los trabajadores por cuenta propia. Desde ese momento se desplegará progresivamente, a lo largo de 3 años.
Se trata de un sistema de quince tramos que determina las bases de cotización y las cuotas en función de los rendimientos netos del autónomo, «como transición al modelo definitivo de cotizaciones por ingresos reales que se producirá como muy tarde en nueve años», según apunta la Seguridad Social.
Para 2023, la cuota mínima de cotización será de 230 euros al mes para quienes tengan rendimientos netos inferiores a 670 euros mensuales y esta se incrementa progresivamente hasta los 500 euros mensuales para los trabajadores por cuenta propia con rendimientos netos mensuales superiores a los 6.000 euros.