La buena noticia que estaban esperando los autónomos para pagar menos impuestos
Los autónomos pueden obtener un importante alivio fiscal deduciendo las inversiones necesarias para su trabajo
No es fácil ser autónomo: a las cuotas de la Seguridad Social, que arrancan desde los 291 euros al mes; hay que sumar una serie de impuestos que van desde el IRPF al IVA (aunque se espera que esta última carga desaparezca para millones de trabajadores por cuenta propia).
Pues por fin los autónomos tienen una buena noticia, que les ayudará a reducir las imposiciones fiscales sobre sus actividades.
La deducción de los equipamientos
Según recuerda la plataforma Declarando los autónomos podrían deducir el desgaste que sufren los bienes para el desarrollo de sus actividades.
Estamos hablando de poder tener una amortización fiscal por usar el mobiliario, la maquinaria, los equipos informáticos o cualquier otro tipo de enseres necesarios para trabajar.
Los autónomos podrán deducir el desgaste de sus equipos y bienes necesarios para desarrollar sus actividades
Los bienes de inversión pierden valor a medida que se van utilizando, “y los autónomos pueden deducirse un determinado importe a lo largo de los años, hasta que se amortice la totalidad de su inversión”, explicó Marta Zaragozá, directora general de esta plataforma de asesoramiento fiscal.
Cómo tienen que declarar los bienes
Gracias a estas amortizaciones, los costes para comprar algún equipo, dispositivo o herramienta se dividen entre todos los años de su uso, y así el gasto no se computa de golpe.
Eso sí: estos bienes amortizables tienen que considerarse como inversión, y su duración tiene que superar el año.
Para tenerlo preciso, los autónomos tienen que llevar un registro con las fechas desde que se inició el proceso de amortización de cada bien.
Cómo calcular la amortización
Para saber cuánto dinero pueden ahorrarse en impuestos gracias a este nuevo sistema hay un par de sistemas.
El más sencillo, precisan en Declarando, es recurrir a la tabla de deducción de amortizaciones.
Allí se emplea el coeficiente lineal máximo, que es el porcentaje más elevado en el que se van a amortizar los bienes.
Este coeficiente se aplica para cada tipo de elemento, teniendo en cuenta los valores que publica Hacienda en su web.
Otros métodos son el de amortización según porcentaje constante, el del valor pendiente de amortización, el de los números dígitos, el de inmovilizado intangible o el del plan de amortización fiscal como gasto deducible.