Atención: 5 cosas que debes saber antes de firmar un contrato de alquiler con opción a compra
Este tipo de contrato mixto es una buena opción si no se dispone del dinero necesario para comprar un inmueble de golpe, pero tiene algunos inconvenientes
Un contrato de alquiler con opción a compra es una modalidad de arrendamiento mixto por la cual la persona inquilina puede vivir en un inmueble en régimen de alquiler durante el plazo acordado en el contrato y, una vez finalizado este, tendrá derecho a adquirirlo por el precio previamente establecido.
La cuota mensual que el inquilino pague, o parte de ella, se descontará del precio de la compraventa. Esto lo convierte en una opción muy atractiva para aquellas personas que desean comprar una vivienda, pero no disponen del dinero suficiente para comprarla de golpe.
Un contrato de alquiler con opción a compra debe detallar la duración del alquiler; el plazo para comprar la casa; la cuota mensual que debe pagar el inquilino y quien paga los gastos asociados del arrendamiento. Respecto a la compra, debe señalar la intención por escrito del inquilino de que está comprometido en comprar la casa; el precio de la venta; el porcentaje del alquiler que se descontará del precio de compraventa y la cuantía del anticipo que se descontará de la futura compraventa.
Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el tiempo máximo en el que un inquilino puede estar de alquiler con este tipo de contrato son cinco años. En ese plazo máximo el inquilino deberá decidir si compra el inmueble o prorroga únicamente el contrato del alquiler, siempre negociándolo con el propietario.
Una buena opción si no se dispone del dinero para comprar una casa
En el lado de las ventajas de este tipo de contrato está que los gastos de alquiler se van acumulando a nuestro favor y suponen una inversión en un inmueble a futuro.
Las aportaciones mensuales a través de la cuota del alquiler hacen que el precio final de la vivienda sea cada vez más bajo, por lo que la hipoteca o préstamo que necesitemos pedir para la adquisición será más reducida. Como el importe del préstamo que tendremos que pedir es menor, será más fácil demostrar solvencia.
Por otra parte, si el propietario decide poner el inmueble a la venta, tendremos una posición de ventaja por tener este tipo de contrato y si suben los precios de las viviendas, al estar estipulado previamente en el contrato el precio por el que la comprarías, este se mantendrá.
Algunos inconvenientes
La principal desventaja para el inquilino es que si durante el tiempo del alquiler el mercado inmobiliario experimenta una bajada de precios, no podrá beneficiarse de la misma.
Otra desventaja es que el inquilino deberá pagar una prima por la opción a compra al celebrarse el contrato, que supone alrededor del 10% del precio de la venta de la vivienda y si finalmente no la adquiere, perderá dicha cantidad.