Así puedes acceder a una subastas de casas
Las subastas son el desenlace del proceso judicial por el que una persona o entidad recurre a esta alternativa para satisfacer una deuda
Teniendo en cuenta la importante inversión de dinero que conlleva la compra de una vivienda, una opción interesante puede ser la subasta. Pues, se trata de una alternativa que permite ahorrar hasta el 50%, dependiendo del inmueble que se tenga intención de adquirir.
«Las subastas de casas son, en realidad, la desembocadura de un proceso judicial en el que una persona o entidad ha pedido al juzgado la subasta de una vivienda para pagar una deuda cuando, por ejemplo, el propietario no ha podido hacer frente a la hipoteca y se ha procedido a su embargo», explica el portal inmobiliario Idealista.
Participar en las pujas
Si se tiene intención de participar una subasta de este tipo, es necesario consultar las viviendas embargadas. Se pueden encontrar en el portal de subastas del BOE. Sin embargo, conviene tener en cuenta que para acceder a la página web es necesario acreditar la identidad, un proceso que se puede llevar a cabo tanto con el certificado digital como con el sistema Cl@ve.
Una vez identificado, el sistema permite la participación en las pujas. Cuando el usuario realiza una puja, se le envía un acuse de recibo donde figura la oferta, pero también todos los datos de la persona interesada. En este sentido, es necesario tomar conciencia que se debe aportar en concepto de depósito un importe que oscila entre el 5% y el 25% del precio de la casa o piso que se quiere comprar.
Para participar en las pujas, debes entregar entre el 5% y el 25% del precio del inmueble en concepto de depósito. Una vez estés registrado en la subasta, podrás realizar tu primera puja, de la que recibirás instantáneamente un acuse de recibo en dónde aparece la oferta y todos tus datos.
Cabe destacar que el resultado de la subasta se publica 20 días más tarde del anuncio de la misma. Además, la persona que gane la puja dispone de 20 días adicionales para abonar el montante restante del precio de la vivienda, que se puede desembolsar en efectivo o mediante un préstamo.