Arrancan las rebajas de enero con uno de cada dos comercios en jaque
Con el paro más elevado de la OCDE, restricciones en vigor y el miedo a gastar muy presente en la ciudadanía, España inicia las rebajas más insólitas
Todo listo para que comience la campaña de rebajas de enero más insólita. En pleno repunte de contagios de coronavirus, con restricciones en algunas comunidades que afectan a los comercios, a pocas semanas de que acabe el plazo de los ERTE y con una de cada dos tiendas en jaque por la caída estrepitosa del consumo, el sector se lanza a la primera temporada de descuentos del año con más incertidumbre que nunca.
Los grandes almacenes que puedan abrir sus puertas lo harán a partir de este jueves 7 de enero colgando el cartel de rebajas, aunque muchos establecimientos del pequeño comercio llevan varios días con productos con el 50% e incluso el 70% de descuento. Incluso El Corte Inglés se ha adelantado a su campaña oficial de rebajas lanzando una serie de ofertas agresivas tanto en la web como en sus tiendas.
La incertidumbre es tal que la patronal del sector, la Confederación Española del Comercio (CEC), se ha resistido a poner cifras de expectativas sobre la mesa. El año atípico obliga a esperar lo mejor pero temer lo peor. Una de las preocupaciones es que la temporada de rebajas sea la peor de la historia, superando incluso la de 2013, cuando las ventas cayeron un 25%, según datos de la CEC.
Una batería de factores en contra
Después del inicio de la crisis económica, las rebajas empezaron su declive en 2019 y alcanzaron su punto más bajo en 2013. En los últimos años se han ido recuperando, pero la pandemia del coronavirus y sus efectos en el bolsillo de los ciudadanos han encendido este año todas las alarmas. Por si fuera poco con el incierto contexto económico, la tasa de paro española es la más alta de la OCDE (el 16,2%), .
A esto se suman las restricciones al comercio que se están poniendo en marcha en varias comunidades. En Cataluña, por ejemplo, la Cámara de Barcelona calcula pérdidas de 1.600 millones de euros por el cierre de los centros comerciales y otros grandes comercios a partir de este 7 de enero y durante diez días, coincidiendo justamente con el inicio de las rebajas. Las tiendas no esenciales están también obligadas a cerrar los fines de semana.
La Cámara de Comercio de Barcelona, Pimec y Fomento del Trabajo han reclamado a la Generalitat que pida al Gobierno central la transferencia de ayudas directas a las empresas por un mínimo de 800 millones de euros, la mitad de las pérdidas calculadas este enero. Pero para compensar por la sangría de ingresos desde marzo, las entidades consideran que son necesarias ayudar por al menos 3.000 millones de euros.
Una de cada dos tiendas podría cerrar
La CEC estima que entre finales de 2020 y comienzos de 2021, en España habrá cerrado uno de cada dos establecimientos comerciales. Se trata de en torno a un cuarto de millón de tiendas que, de bajar la persiana, pondrían en jaque unos 600.000 puestos de trabajo. La patronal cifra en el 50% la actividad que han perdido por la pandemia los comercios, algo que solo puede remediar un incremento de la demanda que nadie puede firmar a estas alturas.
Las temporadas recientes de rebajas no dan el mejor augurio. Por ejemplo, el Black Friday de noviembre no hizo que despegaran las ventas del comercio minorista. Las tiendas registraron una caída del 5,8% en la facturación en comparación con el mismo mes de 2019. De igual forma, la afluencia a los centros comerciales cayó un 40% en noviembre. A esto se suma que el 60% de los españoles prevé gastar menos en estas rebajas, según un estudio de Securitas Direct.
El citado estudio estima que, de media, los consumidores gastarán 50 euros menos que en otros años, en concreto unos 230 euros. Debido a esto, que supone que la demanda seguirá en niveles inferiores a los usuales, la CEC también pide al Gobierno «ayudas directas para salvar empresas y puestos de trabajo, para que por lo menos tengamos empresas abiertas cuando esto pase y que puedan repuntar».
«Miedo a gastar»
Desde la organización de consumidores Fuci explican que los consumidores «se han vuelto más previsores» a raíz de la pandemia y que «tienen miedo a gastar porque hay mucha incertidumbre». «Los Reyes van a ser un detallido. Incluso algunos los han pospuesto para otro año porque la gente prefiere pasar por alto estas fiestas y pensar que habrá otras mejores», ha señalado Gustavo Samayoa, presidente de Fuci.