Ana Botín muestra la clave de la estrategia digital del Santander
El Santander se vuelca en la estrategia digital porque tiene potencial de crecimiento pero sobre todo porque un cliente digital es el doble de rentable
El año pasado, el Santander lanzó la campaña de publicidad Digilosofía, para promocionar su filosofía digital. No era una pose. El banco, como sus principales competidores, está volcado en el crecimiento digital. Ana Botín dedicó este miércoles una parte muy importante de su tiempo en la presentación de resultados del banco a hablar de la estrategia digital. Es el futuro de las finanzas, pero es ya muy rentable en el presente.
Tras la estrategia digital de la banca tradicional está el intento de no ser desplazada por los gigantes de la tecnología –Apple, Amazon, Samsung, etc.–, que cuentan con la confianza de las nuevas generaciones –los llamados millenials, pero no solo ellos– y disponen, además, de sus datos bancarios. Pero también hay una cuestión que redunda en la cuenta de resultados: un cliente digital es mucho más rentable, según evidenció el Santander en sus resultados.
Para empezar, es mucho más fácil crecer en clientes digitales. Prácticamente todo el crecimiento de clientes vinculados de Santander en España en 2017 vino por clientes digitales, que pasó de 2,7 a 3,2 millones. En otros países, como Brasil –primer mercado del banco que preside Ana Botín–, la subida es todavía más espectacular: paso de 6,4 a 8,6 millones de clientes digitales.
El Santander incrementó el 155% las transacciones digitales, hasta los 10.300 millones de euros en 2017
El número de transacciones sigue crecimientos todavía mayores, exponenciales. El volumen de dinero movido en transacciones digitales del Santander pasó de 4.000 millones en 2016, tras crecer el 7%, a más de 10.300 millones en 2017, el 155% más. El 41% de los clientes del banco ya son activos digitalmente y las ventas digitales suponen el 31% del total.
Pero el factor económico, que a menudo se olvida, es clave. No solo hay más operaciones, sino que éstas son más baratas, ya que no se necesita una persona del banco para hacerlas. No hace falta ni una oficina, por lo que a la larga, cuánto más digitales sean sus clientes, mayor será el ahorro del banco puesto que necesitará menos oficinas.
Ana Botín aseguró que un cliente digital es el doble de rentable que el cliente tradicional de oficina y ventanilla. El coste de las transacciones, a medida que se incrementan las transacciones con el móvil y ordenador, cayó el año pasado el 22%. Más datos: Openbank incrementó el 26% los clientes y el 20% los depósitos, pero rebajó el 27% el coste de los depósitos. Superdigital, servicio lanzado en Brasil para pagos online y en cajeros, multiplicó por 2,4 sus ingresos.
Nace Santander Pay
Con estas cifras, no es de extrañar que el mayor banco de España esté acelerando en su estrategia digital. Botín anunció este miércoles el lanzamiento, en los próximos meses, de Santander Pay –lo llamó así pero el nombre no es definitivo, matizó después–. Se tratará de un servicio de pagos internacionales y transferencias entre cinco países en el mismo día a través de la tecnología Blockchain.
La apuesta, claro está, requiere un coste: el banco cifró en 2.000 millones de euros la inversión hecha en tecnología en 2017. Pero Botín y su equipo tienen claro que es un gasto que vale la pena porque tendrá retorno.