Altamira venderá pisos de CatalunyaCaixa con descuentos del 45% gracias al dinero público
La inmobiliaria de Apollo y Banco Santander empieza la comercialización de los inmuebles que le traspasó Sareb; la compañía ha concluido la migración de estos activos cuyo origen también está en las carteras de Caja 3 y BMN
La inmobiliaria del fondo Apollo y Banco Santander, Altamira, comercializa desde este lunes los pisos procedentes de CatalunyaCaixa, Caja 3 y BMN (entidad en la que participa Caixa Penedès).
La operación es posible debido a que ambos inversores ganaron el lote de activos en el concurso que organizó Sareb para revender los inmuebles de las antiguas cajas de ahorros. Éstos se traspasaron al banco malo para limpiar los balances a cambio de inyecciones de recursos sin parangón, que en el caso de la caja catalana superaron los 9.000 millones sólo con esta purga.
Sareb pagó 14.000 millones por los prácticamente 44.000 inmuebles que luego ha entregado a Altamira, aunque en los balances originales estaban tasados en más de 24.000 millones, según los cálculos elaborados por Economía Digital basados en los respectivos estados financieros.
El descuento lo trasladará a Altamira, que podrá desplegar su estrategia comercial con reducciones de precio del 45% o más. Las ofertas tienen el respaldo contable de las pérdidas previamente cubiertas con dinero público. Cualquier euro de más que la inmobiliaria ingrese por encima de esos límites generará, pues, beneficio en la operación.
Estrategia del Gobierno
Esta es exactamente la estrategia que el Gobierno diseñó para recuperar el dinero público. La intervención de las cajas, sufragada en gran parte gracias al rescate internacional, amasa una factura de 42.000 millones; pero, además, el Estado avaló la emisión de 50.700 millones en deuda que permitió la puesta en marcha de Sareb.
Ello implica que los presupuestos generales del Estado deberán responder de la cantidad si el plan falla. El banco malo quiso profesionalizar la venta de los pisos que heredó de las cajas. Después de tres años de actividad, la gestión de la empresa semipública provocó la salida de altos directivos. La antigua presidenta, Belén Romana, se apeó sin dar más explicaciones que el recurrente «fin de ciclo».
La nueva dirección, bajo batuta de Jaime Echegoyen, se ha encargado de trocear su catálogo y adjudicarlo a varios bancos –algunos de ellos, como el Santander, son incluso accionistas de Sareb— con experiencia en el sector. Altamira tiene ahora entre manos una de las carteras más problemáticas.
Reactivación del sector inmobiliario
Echegoyen confía en que, junto a Haya Real State, Servihabitat y Solvia, el Santander y Apollo logren cumplir los objetivos comerciales. En parte, el mercado inmobiliario da síntomas de recuperación. Por ejemplo, la compra venta de viviendas creció en julio el 19,4% en tasa interanual.
Altamira es, desde este lunes, una de las mayores inmobiliarias del país. Tras recibir el lote de activos, gestiona unos 55.000 millones. Hasta ahora, sólo vendía inmuebles procedentes de la base de clientes del banco de los Botín.
La comercialización de los pisos de CatalunyaCaixa bajo el paraguas del Santander deja en evidencia una paradoja. La caja de ahorros es ahora propiedad de BBVA a todos los efectos. Mientras el banco de Francisco González no quiso saber nada de Sareb, su mayor competidor, el Santander, se lavó las manos en la privatización de las entidades rescatadas.