Alemania va por libre: el superávit por sus ventas alcanza los 25.000 millones
El beneficio en su balanza comercial subió un 6,3% en julio, con exportaciones a miembros de la UE por valor de 60.400 millones
La economía alemana se basa de forma persistente en el sector exportador. A pesar de que numerosas voces apuntan a que en un mismo club, el de la zona euro, no puede haber tantos desequilibrios, el Gobierno alemán no corrige el rumbo. Pero lo que podría ser una buena noticia para el país, no lo es tanto para el conjunto de Europa, que asiste a una preeminencia constante de Alemania.
Y es que el superávit de la balanza comercial subió en julio un 6,3%, respecto al mismo mes del pasado año. Esa cifra alcanza un récord de 25.000 millones de euros.
El foco, la Unión Europea
En ese periodo, las exportaciones crecieron en un 6,2%, y alcanzaron los 107.100 millones de euros, mientras que las importaciones subieron un 6,1% y se situaron en los 82.100 millones de euros, según la Oficina Federal de Estadística.
El principal foco de esas exportaciones es la Unión Europa, que alcanzaron un valor de 60.400 millones de euros, con un aumento del 6%. En el caso de las importaciones, la Unión Europea representó un total de 53.700 millones de euros, con un aumento del 6,6%.
En el caso de las exportaciones a los países del euro, Alemania vendió por un valor de 37.700 millones de euros, con un aumento del 5,5%, mientras que las importaciones de esos países significaron un total de 36.800 millones, un 6,2% más que en 2014.
Con ello, el superávit de la balanza por cuenta corriente acabó en julio con un superávit de 23.400 millones, superando los 20.600 millones del mismo mes en 2014.
Más consumo interno
Economistas como Paul Krugman, o autoridades como Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, han insistido en los dos últimos años en que Alemania debería ser consciente de que ese superávit en la balanza por cuenta corriente es excesivo, y que una de las salidas para la mejora del conjunto de la zona euro podría ser el aumento del consumo interno en Alemania, con políticas destinadas a aumentar la inversión pública.
Pero, por ahora, Alemania sigue acumulando capital, con una maquina exportador a todo trapo, aunque la propia Comisión Europea, que preside Jean-Claude Juncker, ha insistido en ello.