Alemania arremete contra los planes de España para reformar el mercado eléctrico europeo
Ocho países firman en bloque un manifiesto en contra de intervenir sobre el mercado de la luz, a un día de una nueva cumbre europea para atajar la crisis de precios
España se ha topado con un duro rival en sus aspiraciones de lograr una reforma del mercado europeo de la electricidad. Un grupo de ocho países comunitarios, comandados por Alemania, ha firmado un manifiesto para rechazar que se intervenga sobre el sistema de fijación de precios, tal y como ha propuesto el Gobierno de Pedro Sánchez en Bruselas.
Austria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Lituania, Letonia y Países Bajos han suscrito este documento que se ha hecho público apenas un día antes de que se celebre una nueva cumbre de los ministros de energía de los 27 países miembro de la Unión Europea para buscar una respuesta conjunta a la escalada de precios de la luz que se ha prolongado desde el verano.
«No podemos apoyar ninguna medida que represente una desviación de los principios competitivos de nuestro diseño de mercado de electricidad y gas», han determinado este grupo de ocho países que pertenecen todos al centro y norte del viejo continente.
Esta ofensiva pone en serias dudas los objetivos del Ministerio de Transición Ecológica que ya presentó un documento a finales de octubre para reclamar una mayor libertad para fijar los precios de la luz en el mercado mayorista. El objetivo pasaba por desvincular de la fórmula algunos elementos externos como el incremento del coste del gas que proviene del extranjero.
El primer intento del Gobierno de Pedro Sánchez para materializar estos cambios acabó en nada. El Consejo Europeo decidió hace un mes aplazar la adopción de medidas hasta diciembre. Desde entonces, la crisis energética se ha agudizado debido al fuerte encarecimiento del precio del gas y de los derechos de emisión de CO2 en el mercado internacional.
Alemania advierte que la fórmula española pone en riesgo el suministro
Los ocho países opositores han remarcado que meter mano en el mercado eléctrico supondría un problema a medio plazo para el sistema. «Desviarse de estos principios socavaría la descarbonización rentable de nuestro sistema energético, pondría en peligro la asequibilidad y pondría en riesgo la seguridad del suministro«, han recalcado.
Esta ofensiva se produce en una fase en la que España ha atravesado una nueva escalada de precios de la luz. Este jueves, el mercado mayorista ibérico se situará en los 220 euros por megavatio hora (MWh). Es un 12% menos que en la jornada anterior, pero representa el decimocuarto día consecutivo por encima de la barrera histórica de los 200 euros.
En todo caso, el valor se encuentra por encima de los registros que tendrá para ese mismo día Alemania. La luz se pagará a 195 euros por megavatio hora en el mercado teutón. Una brecha que se ha convertido en habitual durante la crisis energética, en comparación con los países mediterráneos.
Estas diferencias han llevado a España a buscar el apoyo de otros socios en el entorno europeo. Francia es uno de sus principales aliados en esta pugna que divide a la Unión Europea. Mientras que países como Rumanía, República Checa o Grecia también ven con buenos ojos un cambio en la fórmula.
Además de la intervención en el mercado, el Gobierno de Pedro Sánchez también ha trasladado a Bruselas otras propuestas para atajar la crisis como la creación de una reserva conjunta de gas para ser más competitivos con los principales suministradores, que también dan soporte a la demanda que llega desde Asia.