La Airef pide un «acuerdo de país» para evitar que el envejecimiento dispare la deuda al 150% en 2050
La presidenta de la Airef ha recordado que el impacto del envejecimiento no solo supondrá un mayor gasto: también se recaudará menos en impuestos
La presidenta de la Autoridad de Responsabilidad Fiscal Independiente (Airef), Cristina Herrero, ha reclamado a todas las fuerzas políticas y agentes económicos un «acuerdo de país» para abordar el reto del envejecimiento y de los cambios demográficos, lo que podría poner en riesgo la viabilidad de las cuentas públicas y disparar el endeudamiento público al 150% del producto interior bruto (PIB) en apenas tres décadas.
«La Airef está tratando de concienciar de las presiones que se avecinan y de la necesidad de una estrategia fiscal nacional con visión de futuro y la participación de todos los agentes«, ha instado Herrero durante un acto organizado por el centro Ageingnomics de la Fundación Mapfre. La presidenta de la Airef ha asegurado que es la única manera de que se aborde el reto de la demografía «de forma integral, compatibilizando crecimiento y sostenibilidad».
Herrero ha recordado que el envejecimiento no es solo una variable clave por el aumento del gasto en las pensiones o del sanitario, sino que tiene otras implicaciones como la reducción de la población activa o un descenso del ahorro, lo que impacta de lleno en el crecimiento económico. En algunos países con una alta tasa de servicios con menor capacidad de automatización, como es el caso de España, donde prima la hostelería y los vinculados al turismo, el envejecimiento poblacional podría reducir en mayor medida el crecimiento del PIB per cápita.
La presidenta ha citado también un estudio reciente de CaixaBank Research, que cifraba la pérdida de crecimiento vinculada al aumento del envejecimiento en seis décimas de producto interior bruto anuales.
Además, el envejecimiento también impacta sobre la capacidad recaudatoria del Estado, debido a una diferente composición de la renta y a una fiscalidad distinta sobre los ingresos de la población más mayor (pensiones) frente a los salarios. Una posible reducción fiscal también atribuible a que los gastos de las personas más envejecidas están vinculados a productos que, por ejemplo, tienen un IVA reducido (servicios sanitarios o alimentos) o que no están gravados por impuestos especiales (como el combustible).
Pero la gran partida es la de las pensiones. «Si no se hace nada o se actúa de manera tardía se puede producir una dinámica desfavorable de deuda que pondría en riesgo la sostenibilidad de las Cuentas», ha subrayado Herrero. Así, ha recordado la Opinión recientemente publicada por el supervisor, que calculaba que en el escenario base la deuda pública podría dispararse al 150% en 2050, para alcanzar el 186% del PIB en 2070.
«Si se reacciona ya, la tendencia inercial de las finanzas públicas se puede revertir», ha insistido la presidenta de la Airef, destacando que el crecimiento económico puede ser una palanca para evitar el descuadre presupuestario. «Tres décimas más de crecimiento a largo plazo reduciría el gasto en pensiones en 1,3 puntos porcentuales y la deuda a largo plazo en 29 puntos en 2050», ha indicado.