AIReF denuncia «graves deficiencias» del Plan de Estabilidad del Gobierno enviado a Bruselas
La Autoridad Fiscal eleva al 6,5% el IPC de este año y exige un plan fiscal al alertar de un déficit estructural del 4% en 2025 que podría elevar la deuda al 140% en 2040
Nuevas advertencias ante las carencias del Programa de Estabilidad y la falta de actuación del Gobierno sobre el déficit. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha denunciado este jueves las «graves deficiencias» y «carencias» del Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a Bruselas el pasado 30 de abril, ante la falta de información del impacto del Plan de Recuperación y la ausencia de un plan fiscal para reducir la deuda.
La Autoridad Fiscal eleva al 6,5% el IPC de este año y avisa de que el retraso de los fondos europeos podría restar siete décimas al crecimiento este año, al tiempo que exige un plan fiscal ante la enquistación del déficit público en torno al 3% del PIB hasta 2025, cuando el déficit estructural subirá al 4% y podría elevar la deuda al 140% en 2040.
Estos son los mensajes principales que ha lanzado la presidenta de AIReF, Cristina Herrero, junto al director de la División de Análisis Presupuestario, Ignacio Fernández-Huertas, y la directora de la División de Análisis Económico, Esther Gordo, durante la rueda de prensa sobre el informe sobre la actualización del Programa de Estabilidad 2022-2025, en el que analiza las previsiones macroeconómicas (que ya avaló) y el escenario fiscal del Gobierno.
El organismo encargado de fiscalizar las cuentas públicas ve factibles el escenario macroeconómico y fiscal pero avisa de «numerosas vulnerabilidades» y denuncia la ausencia de una estrategia fiscal por parte del Gobierno a medio plazo para reducir el déficit y la deuda, un plan reclamado tanto por la AIReF como por el Banco de España desde hace casi dos años.
Herrero ha alertado de que el déficit estructural se elevará seis décimas respecto al nivel prepandemia en el año 2025, hasta en torno al 4% del PIB, y no habrá apenas margen para reducir el déficit si no se adoptan medidas ya que el déficit se estabilizaría en torno al 3% en 2024 y 2025, conforme a las tasas de referencia comunicadas por el Gobierno a Bruselas, que Herrero ve «poco exigentes» ante las posibilidades, tras haberse reducido el déficit 1,5 puntos en 2021, hasta el 6,9%.
Este estancamiento en la reducción del déficit conllevará , si no se aumentan ingresos o disminuyen gastos, un freno en la disminución de la deuda pública y la vuelta a la senda ascendente desde 2025, cuando todavía permanecerá en un nivel elevado del 108,8% del PIB para ese año, de forma que podría llegar a alcanzar el 140% del PIB en el año 2040. Herrero ha avisado de nuevo de la posición «muy vulnerable» de España ante el probable endurecimiento de las condiciones monetarias.
El déficit bajará por el crecimiento: urge un plan fiscal
El escenario de déficit público que estima AIReF se sitúa por debajo de lo que calcula el Gobierno en todos los ejercicios salvo en 2025, ya que el organismo estima que este año el desajuste será del 4,2% del PIB, bajará al 3,3% en 2023 y se estancará en el 3% en 2024 y 2025 , mientras que el Gobierno calculaba en el Programa de Estabilidad un 5% del PIB este año, 3,9% en 2023, 3,3% en 2024 y 2,9% en 2025).
En este sentido, avisa de un riesgo adicional por evolución positiva de ingresos por encima de lo presupuestado y un «margen ficticio» porque los niveles de déficit y deuda siguen situando a España en una posición vulnerable. Y es que, ha indicado Herrero, la reducción del déficit se produce a lo largo del periodo gracias al crecimiento del PIB nominal no por un ajuste.
La presidenta de la AIReF se ha mostrado en contra del «austericidio» de la pasada crisis, marcado por una reducción imperativa vía recortes en el gasto amparados en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que reclama modificar, si bien sí apuesta por elaborar un plan de ajuste con una senda de sostenibilidad que permita compatibilizar el crecimiento con una menor vulnerabilidad en la ratio de deuda.
Con todo, la AIReF prevé un menos déficit que el Gobierno en el Estado y mayor de la Seguridad Social y las CCAA, así como un mayor superávit de las corporaciones locales. Para este año, estima que el Estado registrará un déficit del 3,2%, seis décimas menos que lo que calcula el Gobierno, mientras que coincide en un déficit de la Seguridad Social del 0,5%, para CCAA estima una décima menos, el 0,7%, y para los ayuntamientos un superávit del doble, de dos décimas.
El Estado concentra su reducción este año (los tres siguientes años será del 3%, 3,3% y 2,9%, respectivamente), mientras que las liquidaciones positivas de recaudación del año pasado y este llevarán a las CCAA a rebajar su déficit al 0,1% en 2023 y lograr superávit en 2024 (0,2%), aunque con desajuste de nuevo en 2025 (-0,1%). La Seguridad Social seguirá con un déficit del 0,5% el año que viene que reducirá a tres décimas los dos siguientes, mientras que las corporaciones locales tendrán superávit de entre tres y cuatro décimas en el periodo.
La presidenta de la AIReF ha advertido de que el mantenimiento de las tasas de referencia de déficit por parte del Gobierno pueden percibirse como la existencia de márgenes por la evolución positiva de los ingresos, cuando no es así. Al reclamar el diseño de un plan de ajuste que se podría modificar, ha mostrado su hartazgo al indicar que resulta «un poco agotador» pedirlo continuamente y que desde Hacienda se responda que «no es el momento, se dan pasos en la dirección o ya se está haciendo» sin llegar a elaborarse.
La ausencia de una estrategia fiscal a medio plazo podría devolver a la ratio de deuda pública a una senda ascendente desde el año 2025. Fernández-Huertas ha avisado de que si el déficit primario estructural se mantiene constante entre 1,5% y 2,5% , a ratio de deuda iniciará una senda ascendente hasta alcanzar el 140% del PIB en 2040. No obstante, la AIReF cree que la deuda bajará del 118,4% del año pasado al 118,8% en 2025, es decir, 9,6 puntos de reducción, por encima de los 8,7% que estima el Gobierno.
Eso sí, para rebajarla por debajo de la barrera del 100% del PIB sería necesario un ajuste estructural sostenido en el tiempo de una décima del PIB al año, y para situarla por debajo del 80% del PIB el ajuste tendría que ser de 0,35 puntos de PIB, según ha indicado Herrero.
Aunque en el corto plazo, un repunte adicional en los tipos de interés de la deuda soberana tendría un impacto limitado en la evolución de la ratio de deuda, el escenario central de tipos de interés supondrá respecto a la anterior Programa de Estabilidad un incremento de más de 100 puntos básicos para las nuevas emisiones, con un incremento acumulado de la carga financiera de unos 20.000 millones de euros.
Mejora de ingresos públicos con aumento del gasto por encima del 41% del PIB
La AIReF, que constata una política expansiva este año, prácticamente neutral en 2023 y 2024 para comenzar la consolidación en 2024, apunta a una mejora estructural de los ingresos públicos, pero en paralelo se produce un incremento mayor del gasto público.
Con todo, se producirá una mejora estructural de los ingresos públicos aunque también un repunte mayor del gasto público, ya que los recursos se consolidarán por encima del 41% (42,2% este año, 42,3% en 2023, 41,7% en 2024 y 41,3% en 2025), gracias al aumento de las bases imponibles por la inflación, el empleo y el afloramiento de la economía sumergida., lo que impulsa la mayor recaudación tributaria sin necesidad de subir impuestos. Se logrará un récord recaudatorio con un alza del 6,8%, según AIReF, por debajo del repunte del 7,4% que prevé el Gobierno.
Por el lado de los gastos, también se consolidará también por encima del 41% del PIB, aunque bajará paulatinamente (del 42% de este año al 41,8%, 41,4% y 41,3% los tres siguientes ejercicios). El gasto se reduce este año por la reducción de las medidas Covid y el año que viene por el fin de las medidas de la crisis energética, pero el gasto en pensiones se elevará un 8,8% el año que viene al ligarse al IPC y por encima del 4% los dos siguientes ejercicios.
Ante esta estimación de ingresos y gastos, AIReF reclama destinar los ingresos que se materialicen por encima de lo previsto y aquellos de carácter temporal a acelerar la necesaria reducción del déficit estructural y evitar incrementos de gasto o reducciones de ingresos con carácter estructural que no cuenten con una financiación también estructural.
Riesgos para el PIB: crisis energética y materias primas
A nivel macroeconómico, el organismo ve «factible» la previsión de crecimiento del Gobierno, que redujo del 7% al 4,3% su pronóstico para este año, y la situó en el 3,5% para 2024, el 2,4% en 2024 y el 1,8% en 2025, aunque con diferencias en el patrón de crecimiento al augurar AIReF un mayor aumento del consumo privado, pero avisa de riesgos a la baja en un entorno de «notable incertidumbre».
La directora de la División de Análisis Económico, Esther Gordo, ha explicado que el desarrollo de la pandemia y de la guerra de Ucrania y, en particular, la amenaza de una interrupción en los suministros de energía puede derivar en una situación de emergencia energética con consecuencias difíciles de anticipar. A ello se suma la estrategia de China para mitigar la pandemia, con el cierre del puerto de Shanghái que acentúa los problemas en las cadenas de valor global.
En detalle, el impacto de los cuellos de botella en la producción manufacturera detraería cuatro décimas el valor añadido bruto y la invasión de Ucrania a través del canal comercial puede incrementar el deterioro en cinco décimas. El impacto total sobre el PIB asociado al aumento de los precios de la energía observado y al esperado en los mercados de futuros se sitúa en seis décimas este año y cinco el que viene.
«La guerra de Ucrania y el escenario de tensiones en las relaciones con Rusia podrían derivar en una situación de emergencia energética si se producen cortes en el suministro de petróleo y gas natural y propiciar que el incremento de los precios de estas materias primas se intensifique y se prolongue en el tiempo», alerta en su informe. De materializarse todos los riesgos y el retraso del Plan de Recuperación, el PIB podría crecer hasta dos puntos menos.
Inflación del 6,5% y Plan de Recuperación
Ello, ha avisado Gordo, podría provocar un incremento de las tensiones inflacionistas. AIReF ha elevado su previsión de IPC al 6,5% este año, y lo sitúa en el 2,7%, el 2% y el 1,8% los tres ejercicios siguientes. Con todo, Gordo ha indicado que no se esperan efectos de segunda ronda en precios y salario, ya que el grado de holgura en el merado de trabajo es elevado. «Hay incrementos moderados», ha apuntado.
En cuanto al Plan de Recuperación, critica la «falta absoluta» de información y la ausencia de una «senda realista» de ejecución de las inversiones en término de contabilidad nacional y la falta del potencial impacto sobre el gato estructural. Según sus estimaciones, este año se ejecutarán 25.000 millones, pero en un escenario de riesgo por el retraso en la implementación se desplegarían solo 15.000 millones, aunque será de 25.000 millones en 2023, en torno a 15.000 milones en 2024 y residual en 2025.
De demorarse la ejecución, podrían llegar a tener que ejecutarse 10.000 millones en 2025 e incluso extenderse a 2026. En la actualidad, se supone un multiplicador de 0,9, frente al 1,2 anterior, de modo que el impacto del Plan estimado por la AIReF se sitúa en un 1,8% del nivel del PIB de 2022, 2,2% en 2023 y se reduce en los años siguientes hasta el 0,8% en 2025.
«Lo sucedido a lo largo de 2021 sugiere que el ritmo en que los recursos llegan a la economía real puede diferir notablemente de la ejecución presupuestaria», avisa, por lo que tras un análisis pormenorizado del 70% de las inversiones sugiere que la llegada de recursos a la economía real alcanzaría un máximo en 2023, y se
reduciría de manera menos brusca en 2024 y 2025 frente al escenario base, con un impacto de PIB inferior pero que se compensaría a futuro.