Airef advierte que la alta deuda puede disparar el gasto público
AIReF cree que la deuda pública ha "tocado techo" y empezará a bajar aunque seguirá en el 112,4% del PIB en 2024
La deuda del conjunto de las administraciones públicas se disparó en marzo hasta el 125,3% del Producto Interior Bruto (PIB), alcanzando el récord histórico de 1.392.696 millones de euros en términos absolutos, un 1,9% más que en febrero al añadir 25.726 millones de deuda, según los últimos datos publicados por el Banco de España.
Ante esta situación la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha advertido en su último Observatorio de Deuda, en el que analiza la evolución reciente de la deuda pública y su posible evolución futura, de. que las finanzas públicas están en una posición de «gran vulnerabilidad» y existe un riesgo elevado de que ello acabe provocando un alza del gasto público, sobre todo en lo referido a los intereses.
Esto se debe a que, a pesar de que se da un entorno de financiación «inmejorable» fuertemente ligado a las políticas del Banco Central Europeo (BCE), la AIReF constata que la pandemia ha agudizado los desafíos asociados a los altos niveles de endeudamiento público, cuya sostenibilidad futura está fuertemente ligada a las políticas del Banco Central Europeo.
Un repunte de los tipos podría elevar el gasto en intereses en 15.000 millones
Según la AIReF, la retirada de los instrumentos no convencionales de política monetaria y la reducción de la deuda soberana del balance del BCE puede suponer un reto importante no exento de riesgos, como un posible repunte de los tipos de interés o el regreso de parte de la base inversora residente.
La institución considera que el alto nivel de endeudamiento representa, además, un elevado riesgo al alza del gasto público. En este sentido, señala que, según sus estimaciones, un incremento de tipos de 100 puntos básicos, en un contexto como el actual de alto déficit y deuda pública, supondría un gasto adicional acumulado en intereses en 2024 superior a 15.000 millones.
Este nivel de aumento del gasto por intereses del que advierte la AIReF sería superior al impacto estimado de las nuevas medidas de ingresos previstas en la actualización del Programa de Estabilidad o el coste del Ingreso Mínimo Vital en ese periodo.
No obstante, apunta que a pesar del aumento de las necesidades de financiación, el coste efectivo de financiación de la deuda de las administraciones públicas ha seguido disminuyendo, lo que ha permitido reducir el gasto en intereses tanto en valor absoluto como en porcentaje sobre el PIB.
De hecho, según el Programa de Estabilidad remitido por el Gobierno a Bruselas, prevé que el gasto en intereses ascienda en 2021 al 2% del PIB, alrededor de 3.000 millones, frente al 2,2% de 2020.
Se alcanza un techo en el corto plazo
En su observatorio, AIReF explica que la pandemia de la Covid-19 desencadenó en el año 2020 una crisis económica a nivel mundial que ha causado un deterioro de las cuentas públicas y un aumento en las ratios de deuda pública sin precedentes, con una contracción del PIB mundial superior al 3% y un déficit público que registró valores superiores al 10% del PIB en un gran número de economías.
En España, la ratio de deuda sobre PIB se situó en el 120% en 2020, lo que supone un incremento de 24,5 puntos respecto al nivel del año anterior. La fuerte caída del PIB contribuyó con 10,5 puntos a este aumento, mientras que el déficit público sumó otros 11 puntos. Adicionalmente, la reclasificación de la deuda de la Sareb añadió 34.145 millones de euros. Por subsectores, la Administración Central y los Fondos de la Seguridad Social asumieron la mayor parte del incremento de 2020 (21 puntos).
En el primer trimestre de este año, constata que la deuda pública siguió creciendo con intensidad, al sumar 47.126 millones de euros y alcanzar los 1,393 billones en total, con un alza de la ratio de deuda de 5,2 puntos respecto al cierre de 2020, hasta un nuevo máximo del 125,2% del PIB.
Sin embargo, considera que «el rebote de la actividad económica esperado en los próximos trimestres indica que posiblemente se haya alcanzado un techo en el corto plazo».
La deuda pública bajará al 112,4% del PIB en 2024, 7,6 puntos menos
De cara al futuro, la AIReF considera que el rebote esperado de la actividad impulsada por el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR), la mejoría del componente cíclico del saldo público y la paulatina desaparición de las medidas relacionadas con la pandemia permiten proyectar una reducción de la deuda de 7,6 puntos para 2024, de forma que la ratio se situará en el 112,4% del PIB.
A falta de un plan de consolidación a medio plazo, la institución cree que el crecimiento será el principal factor en la reducción y estabilización de la deuda. Por otro lado, el entorno de bajos tipos de interés ayudará a la contención, mientras que los amplios déficits primarios proyectados seguirán empujando en la dirección opuesta.
Por subsectores, la mayor reducción de la deuda se registrará en la Administración Central y los Fondos de la Seguridad Social. En este escenario, la AIReF considera factible la proyección de deuda incluida por el Gobierno en la actualización del Programa de Estabilidad (APE) para 2024.
El Gobierno proyecta que se sitúe este año en el 119,5% del PIB, apenas cinco décimas por debajo de lo que cerró el año pasado (120% del PIB tras incorporar la Sareb), mientras que el próximo año la reducción será mayor, y la ratio de deuda bajará al 115,1% del PIB en 2022. En 2023 la ratio de deuda descenderá al 113,5% del PIB, y se situará en el 112,1% del PIB en 2024.
Estrategia de consolidación y el margen de maniobra de los tipos de interés
El organismo presidido por Cristina Herrero vuelve a insistir en que los altos niveles de deuda pública implican que, cuando se haya superado la crisis, deberán diseñarse planes de consolidación que generen una reducción sostenida de la ratio de deuda hasta niveles más prudentes.
El mantenimiento de un déficit estructural similar al proyectado para 2024, esto es, entre el 3,5 y 4,5% del PIB, estabilizaría la ratio de deuda en niveles entre el 110 y 130% del PIB. «Una reducción gradual y sostenida del déficit público hacia el equilibrio estructural generaría una senda de reducción de la ratio de deuda, situándola en los niveles previos a la pandemia a lo largo de la próxima década», sostiene.
En este sentido, la institución afirma que la expectativa actual de un entorno duradero de tipos de interés bajos ofrece un mayor margen de maniobra en el diseño de dicha estrategia y permite abordar la vuelta al equilibrio presupuestario estructural de una manera gradual y no lesiva para el crecimiento.
Además, en el medio y largo plazo, un mayor crecimiento de la economía permitiría generar mayor espacio fiscal. Según simulaciones de AIReF, un mayor crecimiento potencial asociado a la combinación de más inversión en capital público y reformas que incrementen el desempeño potencial de la economía puede llegar a suponer una disminución de la deuda en el largo plazo de entre 10 y 20 puntos.
Riesgos: repunte de los tipos y gasto en pensiones
Entre los riesgos, la AIReF sitúa también el eventual repunte de los tipos de interés, que puede generar rápidamente una dinámica creciente de la ratio de deuda, que para no volverse insostenible debería ser compensada con ajustes fiscales adicionales. Por otro lado, y aunque existe un riesgo significativo de ejecución de parte de las Líneas de Avales Covid-19, la institución considera que el impacto de la materialización de estos pasivos contingentes en la deuda es limitado y no pone en peligro su sostenibilidad.
Finalmente, la AIReF considera que el aumento proyectado del gasto en pensiones es uno de los principales riesgos para la sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio plazo. Si este incremento no es compensado con ingresos adicionales, conllevará un aumento significativo del endeudamiento desde unos niveles históricamente elevados. En el escenario base de evolución del gasto en pensiones sobre PIB de la AIReF, la deuda pública alcanzaría el 165% del PIB en 2050.
Deuda regional del 25% en 2024 y referencia del 13% en 2050
En cuanto a la deuda regional, proyecta una reducción de 2,1 puntos de PIB para 2024, situándose la ratio del subsector para ese año en el 25%, gracias al elevado crecimiento económico estimado para los próximos. En contraposición, se prevé un deterioro importante del saldo autonómico en 2022, que llevaría en 2024 a una necesidad de financiación superior a la de antes de la crisis.
La disminución será desigual en las distintas CCAA. En los próximos años se prevé que tanto País Vasco como Canarias se sitúen en el nivel de referencia del 13%, mientras que Madrid y Navarra estarían en valores cercanos a ese nivel. Con una ratio de deuda cercana al 50% de su PIB, la Comunidad Valenciana se situaría como la comunidad con la posición de más vulnerabilidad.
La AIReF considera que la contención y estabilización de la ratio de deuda autonómica exigirá una convergencia al equilibrio presupuestario en el futuro, aunque será esencial que la senda de ajuste sea adecuada para no comprometer el crecimiento en el corto y largo plazo. Bajo un escenario de corrección del déficit primario se recuperaría de nuevo el nivel de deuda (23,7%) registrado a finales del año 2019 a finales de esta década.
En contraste con los escenarios proyectados por la AIReF previos a la crisis donde el límite de referencia legal del 13% se alcanzaba en torno al año 2035, tras la crisis se retrasa en unos 15 años el momento en que el subsector alcanza dicho límite, osea en el ejercicio 2050.