AIReF recorta el crecimiento al 6,6% por la demora del Plan de Recuperación
AIReF prevé un déficit del 7,6% del PIB y estima que este verano solo llegará el 30% o 40% de los turistas que venían antes de la crisis
La severidad de la crisis sanitaria y las dudas relativas a la implementación y ejecución del Plan de Recuperación han lastrado las expectativas de crecimiento que había para el año 2021 y amenazan con retrasar al menos unos meses la recuperación prevista para el ejercicio actual.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado sus previsión de crecimiento económico para este año del 8,2% que estimaba el pasado otoño al 6,6% por la tercera ola de la crisis sanitaria y la revisión del impacto del Plan de Recuperación al augurar un retraso en la implementación y ejecución respecto a lo previsto, postergando parte de su efecto a 2022.
En la presentación del informe de los Presupuestos iniciales de las administraciones públicas de 2021, la directora de la División de Análisis Económico de la AIReF, Esther Gordo, ha achacado la rebaja de previsiones a que la recuperación se frenó y hubo un “estancamiento” de la actividad en el cuarto trimestre de 2020, al tiempo que la información a corto plazo apunta a una contracción de la actividad en el primer trimestre, estimando una caída de PIB del 0,6% hasta marzo.
A pesar de que los datos de empleo de marzo anticipaban una mejora con la relajación de restricciones de las CCAA, Gordo ha indicado que la recuperación de afiliados en el primer trimestre respecto al cierre de 2020 ha sido “prácticamente nula” y los ERTE aumentaron en enero y febrero.
De esta forma, el pronóstico del 6,6% de la AIReF se aproxima al realizado por el FMI, que calcula un 6,4%, y se aleja bastante del 9,8% (contando con fondos europeos, 7,2% sin ellos) previsto por el Gobierno el pasado mes de octubre, si bien la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Nadia Calviño, ya ha confirmado que se rebajará la estimación, incluso por debajo del 7%.
En cambio, pronostica un déficit del 7,6% del PIB, una décima menos que el Gobierno, pero una deuda pública del 118,7% del PIB, 1,3 puntos más que lo estimado por el Ejecutivo, que actualizará a la baja en breve sus previsiones con motivo de la remisión del Plan de Estabilidad y el Plan de Recuperación a Bruselas.
Dudas sobre el Plan de Recuperación: se retrasa su impacto
Así, la rebaja económica de 1,6 puntos realizada por la AIReF se explica en cinco décimas por los peores datos económicos de la nueva información, mientras que la mayor parte, 1,1 puntos, se debe a las dudas sobre el impacto del Plan de Recuperación.
En noviembre la AIReF asignaba un impacto de 2,7 puntos en 2021, mientras que ahora lo reduce a 1,6 puntos y la diferencia restante la traslada al año 2022, al considerar que la ejecución del Plan de Recuperación asociado a los fondos europeos se retrasará a la segunda mitad del año, en vez que desde el arranque de 2021.
«No estamos juzgando si el Gobierno va a lograr ejecutar el plan” y «tampoco modificamos los supuestos sobre su impacto multiplicador, pero cambiamos su distribución temporal”, ha precisado Gordo, apuntando a que parte del impacto se trasladará al próximo ejercicio por la demora. Además, cree que la paralización del Plan de Reconstrucción por la justicia alemana no producirá un retraso notable.
En todo caso, fuentes del organismo encargado de vigilar la sostenibilidad de las cuentas públicas han subrayado que su efecto está condicionado a que se diseñen proyectos de calidad y que no se produzcan retrasos en la capacidad de absorción e implantación del plan.
Turismo: solo llegará el 30% perdido este verano y la recuperación será en 2022
El perfil de crecimiento esbozado por AIReF supone una primera mitad del año débil y una expansión fuerte a
partir del segundo semestre como consecuencia del impacto del Plan de Recuperación y también por la reanimación del turismo, ya que en el organismo se muestran algo más optimistas que la Organización Mundial del Turismo (OMT), eso sí, conforme al avance del proceso de vacunación.
A este respecto, Gordo ha explicado que a corto plazo se va a acelerar el proceso de vacunación, si bien a largo plazo podría haber nuevas olas. Sus previsiones apuntan a que el turismo internacional se situará en torno al 30% o 40% este verano respecto a un año “normal”, y alcanzará un nivel del 60% o 70% en la segunda mitad del año.
La recuperación plena del turismo internacional, por tanto, no llegará antes de “finales de 2022 o incluso 2023”, según ha apuntado.
El déficit bajará al 7,6% del PIB
En materia presupuestaria, la AIReF estima un déficit público de 7,6% del PIB en 2021 en su escenario central, reduciendo su previsión algo más de tres décimas respecto al informe de noviembre y es, incluso, una décima inferior a la prevista por el Gobierno (7,7%). El año pasado el déficit cerró en el 10,97% del PIB (incluyendo ayuda financiera), por lo que se ajusta en 3,6 puntos.
La revisión se explica por el nuevo escenario macroeconómico, que supone un deterioro del déficit de 1 punto; las nuevas medidas de los gobiernos para paliar los efectos de la pandemia que, junto a las modificaciones en la tramitación de los Presupuestos implican un deterioro de un punto adicional; y la incorporación de nueva información presupuestaria, que compensa los otros dos factores con una reducción del déficit en 2,3 puntos respecto al informe anterior.
El director de la División de Análisis Presupuestario de AIReF, Ignacio Fernández-Huertas, ha indicado que en los pronósticos del organismo se ha ido avanzando hacia una visión más pesimista respecto al PIB pero más optimista en lo referido al déficit, también por la mejora de los ingresos, con una menor caída de la prevista en 2020 por el impacto de la recaudación ligada al año previo y el mantenimiento de las rentas con los ERTE.
Asumiendo un impacto neutral en el déficit del Plan de Recuperación, la AIReF estima que la recuperación económica, la retirada progresiva de las medidas contra la pandemia, la ausencia de elementos no recurrentes relevantes como la reclasificación de la Sareb o el proyecto Castor y las modificaciones tributarias incluidas en el proyecto de los PGE impulsan una reducción del déficit de 3,3 puntos del PIB en 2021.
Los ingresos subirán un 5,8%, hasta el 40,4% del PIB
En este escenario, la AIReF prevé que los ingresos crezcan un 5,8% en 2021, situándose en el 40,4% del PIB, 43,3 % incluyendo los ingresos del Plan de Recuperación, siete décimas más a lo previsto. Por su parte, los gastos
se situarán en el 48% en 2021, sin incluir el Plan de Recuperación, frente al 47,6% previsto en el informe anterior.
Además, la AIReF continúa asumiendo la ejecución de los gastos vinculados al Plan de reformas e inversiones ligado a los fondos europeos, según lo recogido en los PGE, lo que impulsará el crecimiento del gasto al 5,3%, hasta situarse en el 50,9% del PIB.
Así las cosas, AIReF calcula que las nuevas medidas adoptadas hasta la fecha suponen un incremento del déficit de 1 punto del PIB este año. En total, las medidas pasan de alcanzar el 4,3% del PIB (47.909 millones) en 2020 al 2,7% (32.602 millones) en 2021. La más cuantiosa es la referida a los ERTE (prestación por desempleo y exoneración de cotización), que representará el 0,7% del PIB, con más de 8.000 millones, en tanto que la prestación por cese de actividad y la exoneración de cotización a los autónomos algo más de 1.800 millones.
El ingreso mínimo vital conllevará un coste de 1.456 millones, una décima de PIB, mientras que la rebaja del IVA a los tipos del material sanitario supondrá 538 millones. Lo referido a la bajada del IVA a las mascarillas del 21% al 4% tendrá un impacto anual de 353 millones de euros, casi cinco veces menos de lo que señaló en su momento el Ministerio de Hacienda.
También ha revisado a la baja el impacto del as medidas de ingresos, al augurar 2.898 millones, el 0,2% del PIB, frente a los 4.002 millones (0,3%) inicialmente previstos, sobre todo por la menor recaudación que estima en fiscalidad medioambiental como consecuencia de que finalmente no se produjo la reducción de la bonificacion al diésel.
En detalle, prevé que la fiscalidad medioambiental reporte 313 millones de ingresos, frente a los 1.124 millones que estimaba antes, ante la ausencia de la subida del diésel (571 millones), la menos recaudación prevista por el impuesto sobre plásticos (98 millones) y la reducción a la mitad de los ingresos estimados con el nuevo gravamen sobre residuos (215 millones).
El Estado asume la mayor parte del déficit
Por subsectores, la AIReF ha incrementado en algo más de cuatro décimas la previsión de déficit de la Administración Central por las nuevas medidas aprobadas, hasta el 6% del PIB. En cambio, mantiene la estimación de déficit de los Fondos de la Seguridad Social en el 1,5% del PIB y mejora en cuatro décimas la previsión de CCAA y ayuntamientos.
La mejora del desajuste de regiones y corporaciones locales se debe a la incorporación de los datos del cierre de 2020, de forma que el déficit de las CCAA crecerá hasta el 0,4% del PIB, el doble que el año pasado, mientras que en los ayuntamientos el superávit se mantendría en el 0,3% del PIB.
La Autoridad Fiscal, que prevé que la liquidación de las entregas a cuenta en 2022 tendrán un impacto negativo menor del que vaticinaba, considera conveniente ajustar la deuda de las CCAA a las necesidades reales de
financiación y liquidez y promover acciones de seguimiento de los principales indicadores fiscales de las entidades locales por parte de los órganos de tutela.
Deuda del 118,7% del PIB
El aumento del déficit por la crisis condujo a un incremento permanente en el nivel de deuda pública sobre el PIB hasta el 120% del PIB en 2020, su valor máximo de los últimos cien años. La AIReF proyecta una reducción de 1,3
puntos en 2021, hasta el 118,7% del PIB, frente al 117,4% calculado por el Gobierno.
La institución detecta riesgos y retos elevados para la sostenibilidad a medio y largo plazo de las cuentas públicas y señala la posibilidad de que la crisis tenga efectos permanentes sobre el tejido productivo, a lo que habría que añadir la mayor dependencia de unas condiciones favorables de financiación como las actuales.
También cita como riesgos el desafío del envejecimiento de la población y el mayor gasto en pensiones,
que de no ser financiado con ingresos adicionales se traducirá en un incremento muy significativo del endeudamiento desde unos niveles ya de por sí «históricamente muy elevados».