Ahorro: este gesto con el frigorífico te ayuda a ahorrar en la factura de la luz
Este es el uso que tienes que hacer del frigorífico si quieres reducir su consumo y, por ende, el precio de la factura de la luz
La crisis energética provoca agujeros en los bolsillos de los españoles, que ven cómo su dinero se va con cada factura que llega. Desde las instituciones se busca la forma de aliviar los gastos de los ciudadanos, pero también hay pequeños trucos que se pueden realizar de forma individual y pueden suponer un mayor ahorro en los hogares. Uno de ellos tiene que ver con la forma de usar el frigorífico.
El nevera es, sin duda, el electrodoméstico que más consume. Siempre está encendido y no podemos reducir su uso, puesto que eso pondría en peligro los alimentos. Sin embargo, el uso que hacemos de él puede influir mucho en el consumo y, por ende, en el precio de la factura de la luz.
El principal error que cometemos es abrir y cerrar la puerta del refrigerador sin ser conscientes de lo que ello supone. Cuando instalamos el frigorífico establecemos una temperatura ambiente para su interior y mantener así los alimentos en buen estado.
Cada vez que abrimos y cerramos la puerta se modifica esta temperatura, sobre todo si la puerta permanece abierta mucho tiempo, por lo que luego el frigorífico consume más electricidad para recuperar.
El truco para ahorrar
El truco reside entonces en reducir las visitas al frigorífico y, cuando se hacen, que la puerta permanezca abierta el menor tiempo posible. Este es el más sencillo, pero hay otros que también son importantes. Por ejemplo, si tienes la opción (no siempre es posible) está bien situar este electrodoméstico en un punto estratégico para que al abrir la puerta se pierda poco tiempo.
Otra opción, para los más ordenados, es tener muy bien organizados los alimentos. Si sabes dónde tienes los lácteos, la fruta o la verdura y están localizados reducirás el tiempo de apertura y pérdida de temperatura.