El agujero de las pensiones se dispara en 12.700 millones durante la legislatura
El incremento del déficit pone en riesgo la estabilidad del sistema de pensiones
El agujero de las pensiones en España ha experimentado un preocupante incremento de 12.700 millones de euros durante la legislatura que abarca desde 2019 hasta 2023, según ha revelado Ángel de la Fuente, director adjunto de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada).
El informe presentado por Fedea analiza las cuentas de la Seguridad Social Ampliada (SSA), que combina el sistema de Seguridad Social con las Clases Pasivas de los funcionarios. De acuerdo con el estudio, el déficit básico de la Seguridad Social, excluyendo las transferencias estatales, ha alcanzado el equivalente a un punto del PIB durante el período mencionado.
El déficit contributivo, que representa la diferencia entre los gastos y los ingresos contributivos de la SSA, también ha aumentado de manera preocupante. Según los datos del estudio, en los últimos años, el gasto en prestaciones contributivas ha superado en más del 30% a los ingresos contributivos puros del sistema.
A pesar de que los ingresos del sistema han experimentado un aumento considerable del 20,7%, superando el crecimiento de los gastos que ha sido del 12,8%, esto se debe principalmente a un fuerte incremento de las aportaciones del Estado.
Sin embargo, el estudio advierte que el incremento del déficit en el sistema de pensiones representa un desafío importante para la Hacienda General del Estado y podría tener implicaciones significativas para el bienestar de los ciudadanos en el futuro.
Un 90% de deuda
El creciente agujero de las pensiones ha llevado a un aumento considerable de la deuda del sistema con el Estado, que ha aumentado en casi un 90% entre 2019 y 2023, alcanzando una cifra cercana a los 100.000 millones de euros. Esto ha desatado preocupación sobre la estabilidad financiera del sistema y su capacidad para afrontar las demandas futuras.
Ángel de la Fuente, director adjunto de Fedea, advierte que estas «crecientes» transferencias han ido reduciendo los márgenes disponibles para hacer frente a otras necesidades «de una forma que ya es preocupante y podría serlo mucho más en las próximas décadas si no se consigue limitar el crecimiento del gasto en pensiones».