La agenda nuclear se le echa encima a Feijóo: sin tiempo para revisar el plan de Sánchez

El líder del Partido Popular ya ha advertido de que la energía nuclear entra en sus planes, pero deberá correr para ejecutar los cambios

Pedro Sánchez y Núñez Feijóo / EFE/ Chema Moya

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El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, encara la próxima precampaña electoral con importantes asuntos económicos que abordar. Uno de los más destacado en este momento tiene que ver con la energía, de cuya crisis de precios todavía no hemos salido. Pero no solo del bolsillo tendrá que preocuparse el político gallego, sino también de la propia estrategia energética. En este sentido, hace unos días deslizó la idea de que la tecnología nuclear tiene cabida en el mix. Y abrir este debate entraña un problema de tiempos.

Feijóo va poco a poco enfocando cuáles serán sus postulados políticos en caso de llegar a La Moncloa. En materia energética, como hace unos días explicaba ECONOMÍA DIGITAL, el líder de la oposición todavía no ha movido ficha en los asuntos capitales. Al menos no se ha podido adivinar hasta ahora cuáles eran sus intenciones, puesto que de su gestión en Galicia las conclusiones estaban marcadas por la necesaria apuesta en materia renovable.

Pero ahora conocemos más. Tras la Semana Santa el Partido Popular ha presentado una serie de medidas económicas al Gobierno para abordar los retos de la crisis. En este sentido, el plan económico del PP propone dar una nueva vida a las centrales nucleares en España y «alargar la vida útil de los reactores» en línea con lo que están haciendo otros países europeos. La medida supone resucitar de facto a un sector que ha sido condenado al cierre por el actual Gobierno y cuenta con un plan de clausura y desmantelamiento que se extenderá hasta el año 2035.

La formación que dirige Feijóo cree que esta tecnología debe jugar un papel clave en la transición ecológica como respaldo a las energías renovables, ya que lo contrario implicaría un mayor consumo de gas y por tanto mayor dependencia frente a países como Rusia. Su objetivo es que los reactores puedan operar hasta 60 años de vida -20 más que en la actualidad- siempre bajo la vigilancia y aprobación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Pero como todo esto tiene un componente temporal muy concreto.

Los primeros cierres de centrales llegarían en 2027, por lo tanto, todas las medidas que se adopten en este sentido tienen que hacer con la mayor celeridad posible. Así, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, cambiar el actual plan de cierres debería concretarse con algunos años de antelación.

La gestión del parque nuclear entraña una gestión del riesgo muy importante en materia de seguridad, pero no solo eso. A nivel de combustible, su adquisición para el funcionamiento de los reactores debe planificarse con mucho tiempo de antelación. De igual modo, la gestión de recursos humanos, la formación de profesionales, etc., sería otra consideración temporal que no se puede gestionar en pocos meses. Asimismo, la industria nuclear es mucho más que los reactores, tiene una cadena de suministradores de componentes y demás, que deben conocer los planes de actuación de España.

Otro factor importante es que Núñez Feijóo debería revisar por completo el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), puesto que eso se ha elaborado en base al cierre organizado de las centrales nucleares y la pérdida de peso, por lo tanto, de esa generación dentro del mix energético. De esta manera, si mantuviera la capacidad nuclear afectaría de manera directa al desarrollo de las renovables.

En clave nuclear

Precisamente esta semana, la gran patronal del sector, Foro Nuclear, ha presentado su informe anual en el que vuelve a dejar constancia de la importancia de una tecnología energética que, en estos momentos más que nunca, se ha convertido en fundamental. Así, a pesar de que seis de las siete centrales nucleares en operación tuvieron que realizar paradas de recarga de combustible programadas -más largas de lo habitual por las medidas preventivas frente al covid-19-, el 20,8% de la electricidad producida en España en 2021 tuvo origen nuclear. Concretamente, la energía eléctrica neta producida por los siete reactores nucleares operativos fue de 54.040 GWh. La energía nuclear, con medio siglo de operación en España, es la única tecnología que lleva más de diez años consecutivos produciendo una quinta parte de la electricidad consumida.

Teniendo en cuenta que la potencia nuclear instalada en nuestro país es de tan solo el 6,3% del total, la nuclear volvió a ser, un año más, la que produjo durante más horas equivalentes a plena potencia. Además, evitó la emisión de cerca de 20 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera y la producción nuclear supuso el pasado año el 30,36% de la electricidad libre de emisiones de nuestro país, por lo que «resulta esencial en la lucha contra el cambio climático», asegura Ignacio Araluce, presidente de Foro de la Industria Nuclear Española.

Raúl Masa

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