5 ventajas de una cuenta de ahorro que nunca te contaron

Cada vez es más común plantear tener un «colchón» económico para poder vivir una jubilación más segura y tener una estabilidad económica para afrontar cualquier situación inesperada o proyectos en mente. Abrir una cuenta de ahorro es una de las alternativas a la pensión que proporciona el Estado de caras a la jubilación.

Una cuenta de ahorro es un producto financiero que genera una rentabilidad con un tipo de interés variable a cambio de depositar el dinero en la cuenta con el objetivo de garantizar un instrumento de ahorro a largo plazo.

Rentabilidad

Una de las principales ventajas es que genera rendimiento sin poner en riesgo el dinero. Es decir, ofrece intereses en función de la cantidad de dinero acumulado y el tiempo que permanezca depositado sin la necesidad que invertir.

Liquidez

Otra de las ventajas, es que se puede acceder al dinero depositado en cualquier momento y, normalmente, de forma inmediata. En este tipo de cuentas, las entidades no obligan a los clientes a esperar un plazo determinado de tiempo para poder retirar el dinero.

No obstante, hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo está depositado el dinero, más rentabilidad hay, por lo que retirar antes de tiempo el dinero significa una menor rentabilidad.

Comisiones

En este tipo de cuentas, dependiendo de las circunstancias macroeconómicas, hay entidades financieras que suprimen las comisiones, una remuneración que suelen estar sujetas a encargos de servicio, mantenimiento o administración.

Transparencia

Las cuenta de ahorro no generan una remuneración en función de las cotizaciones en Bolsa o la remuneración de la deuda, por lo que el usuario conoce de antemano el tipo de interés que va a conseguir por depositar el dinero en una cuenta de ahorros. Además, ante cualquier cambio o modificación, la entidad lo notificará al cliente con antelación.

Acumulación

Este tipo de cuentas están concebidas como una hucha en la que guardar el dinero, aunque se pueda acceder en cualquier momento. No obstante, cuanto más tiempo estén depositados los fondos, mayores serán los rendimientos, ya que los intereses se acumulan en el capital y engrosan la base que sirve para calcular la remuneración.

Hay que tener en cuenta que las cuentas de ahorro no funcionan como las cuentas corrientes, por lo tanto, no se pueden hacer domiciliaciones y tampoco van asociadas a una tarjeta de crédito.