35.000 autónomos pierden la prestación por enfermar de Covid-19
Las ayudas promovidas por el Gobierno dejan fuera a aquellos que se contagiaron de coronavirus durante el estado de alarma
Aunque pueda parecer mentira, hubo autónomos que enfermaron durante el estado de alarma. Más allá del chascarrillo, los trabajadores por cuenta propia que se contagiaron de tcoronavirus en primavera o simplemente se vieron obligados a coger la baja afrontan ahora la llegada del otoño desesperados al no poder acceder a las ayudas para el colectivo lanzadas por el Gobierno. La razón: precisamente haberse infectado de la Covid-19 o haber estado indispuestos.
Así lo denuncia la propia Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), la principal representación del colectivo en España. En una conversación con Economía Digital, el secretario general, José Luis Perea, cifra en “entre 35.000 y 40.000 personas” el número de autónomos que se quedaron sin derecho a cobrar ayudas contra el virus durante el verano. La situación no tiene visos de remediarse.
“Si bien más de un millón de autónomos se han podido beneficiar de las prestaciones, hemos denunciado desde el primer día la situación en la que estaban aquellos que enfermaron”, señala el dirigente. La paradoja es perversa: sin ayudas económicas para hacer frente al coronavirus por, en muchos casos, haber enfermado de coronavirus.
La ayuda contra el coronavirus se denegó a los autónomos que ya cobraban otra prestación, como la de accidente de trabajo
Pero los lodos actuales se originaron con los polvos del mes de marzo. Entonces, el Ejecutivo permitió que los infectados por la Covid-19 pudieran beneficiarse de la prestación por accidente de trabajo, de unos 700 euros. Sin embargo, les limitó el acceso al resto de subvenciones en el futuro.
De la primera tanda de incentivos ya quedaron fuera. El Gobierno repartió una prestación especial por el cese de actividad a la que no pudieron acceder por estar enfermos. “Lo entendimos, no íbamos a cobrar dos prestaciones a la vez”, explica uno de los afectados. Se denegaron tanto las mal tramitadas como las de aquellos que ya percibían otro tipo de prestación.
No fueron tan amables, eso sí, con el otro revés asestado por el Ejecutivo. “Ni siquiera se les eximió de la cuota de autónomos”, recuerda Perea.
Como los enfermos no accedieron a la prestación contra el coronavirus, ahora no pueden pedir las nuevas ayudas
La prestación especial terminó el 30 de junio; y más de un millón de autónomos se beneficiaron de ella. Pero del mismo modo que el resto de la economía –sostenida a través de los ERTE—, el colectivo mantuvo la necesidad de apoyo. Por ello, la administración, puso en marcha un nuevo paquete de medidas.
Ahora, el colectivo puede solicitar que se les libre de la cuota del mes de julio, se rebaje la de agosto a la mitad y la de septiembre en un 25%. No todos: sólo los que prueben unas pérdidas del 75% y haber estado incluidos en la anterior prestación.
«Como los autónomos enfermos durante el estado de alarma no cobraron la anterior ayuda, ahora quedan fuera de la segunda», avisa el dirigente. De media, el impulso rondará los 670 euros por autónomo.
El balón en el tejado del Gobierno central
Con 35.000 afectados, los lamentos se aglutinan en las oficinas de la ATA y las organizaciones autonómicas, que disparan hacia arriba las responsabilidades. En una de las comunicaciones a las que ha tenido acceso Economía Digital, la asociación de autónomos vasca admite tener «unas cuantas denuncias con el mismo problema»; hecho que ya han comunicado al gobierno del territorio.
No obstante, su margen de maniobra es prácticamente nulo. «De momento no podemos hacer mucho más, como ya sabes esto es competencia de la administración estatal y de la Seguridad Social», añade en la misma nota, enviada a uno de los autónomos damnificados.
Mientras, la propia ATA ya tiembla ante la oleada de rebrotes detectados durante el verano en el país. «Se avecinan un otoño y un invierno muy duros», avisó la semana pasada Lorenzo Amor, presidente de la federación. Por ello, solicitó al Gobierno que se extiendan los ERTEs por causa de fuerza mayor hasta abril de 2021 con tal de «facilitar la liquidez e impulsar la demanda».
La organización vislumbra un «panorama desalentador» y reclama al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se restablezcan las prestaciones extraordinarias, se reduzcan las cuotas y se extiendan las líneas de préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
«La segunda oleada llevará a muchos al cierre, y los que son empleadores tendrán que reducir plantilla», lamentó Amor. El primer impacto de la pandemia ya se llevó a 135.000 autónomos.