Más de 100 barreras regulatorias cuestan 1,2 millones de empleos en las pymes españolas
Cepyme pide medidas para equiparar el tamaño de la empresa española a la media de la UE y lograr así crear 1,2 millones de empleos y aumentar el PIB un 5,2%
El escaso tamaño de las empresas españolas es uno de los problemas estructurales de los que adolece el tejido productivo español, en más de un 98% formado por micropymes y pymes que se enfrentan a más de 100 barreras fiscales, contables, laborales, financieras y de competencia que restan más de un millón de empleos.
Así lo detecta la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), que ha detectado más de 100 barreras regulatorias y burocráticas que frenan el crecimiento empresarial, la recuperación de la economía, la creación de empleo y la sostenibilidad de las cuentas de las administraciones públicas.
«No es un problema de empresa, sino de competitividad del país. (El menor tamaño empresarial) implica baja productividad en la economía española, sueldos peores que los de la media europea y lastra la competitividad del país», ha advertido Cuerva.
En esta línea, ha criticado que la «vorágine» actual de cambios normativos, mejoras y «contrareformas» como la laboral que ultima el Ejecutivo que repercuten en una «menor flexibilidad empresarial y mayores costes laborales y tributarios», harán a las empresas «más vulnerables y frenarán su crecimiento». Las medidas para aumentar el crecimiento empresarial «no las vemos en ninguna de las reformas», ha reprochado.
Entre las principales barreras se encuentran los excesivos trámites para las empresas, los costes a la hora de establecer una sociedad limitada, las diferencias entre autonomías ante una «ingente» cantidad de nuevas regulaciones al año o la mayor presión tributaria, a lo que se suma la barrera de la «configuración de órganos a nivel sindical» dentro de la empresa.
Aumento del PIB del 5,2% y 20.000 millones de ingresos públicos
Y es que la patronal estima que promover que la empresa española tenga el mismo tamaño que la media de la Unión Europea permitiría crear cerca 1,2 millones de empleos, aumentaría el PIB un 5,2% y
elevaría las exportaciones totales un 5,2%, según concluye el informe sobre Crecimiento Empresarial publicado y presentado este miércoles por el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, y el secretario general, Luis Aribayos.
Dicha equiparación a la dimensión empresarial media europea también elevaría las ventas de las compañías nacionales en 246.000 millones de euros de manera agregada, lo que expandiría la masa salarial en 29.000 millones de euros e incrementaría la recaudación de impuestos en cerca de 20.000 millones sin tener que elevar los impuestos.
La empresa española: más pequeña y menos competitiva
Cuerva ha mostrado durante la presentación del informe la «preocupación» de Cepyme por el reducido tamaño de las empresas españolas, que ocupan de media a 4,7 personas, frente a las 6 de media de la UE, las 9 en Reino Unido o las 12 de Alemania.
El menor tamaño empresarial también se traducen en un menor volumen de negocio, ya que mientras una empresa española media factura anualmente 1,1 millones de euros, una europea factura, en promedio, 14 millones, un 32% más. Las ventas por empresa en Alemania e Irlanda prácticamente triplican las de una firma media española.
La casuística del tamaño empresarial español hace que las empresas con menos de 10 trabajadores tengan en España una participación muy elevada en la generación de valor añadido y en el empleo. Si en el conjunto de la UE las microempresas aportan el 18,6% del valor añadido, en España esa participación es de casi el 22%, ha precisado Aribayos.
Sin embargo, Cuerva ha explicado que como la productividad de las empresas más pequeñas es baja por culpa de los obstáculos que se encuentran para crecer, la competitividad del conjunto de la economía también se resiente. Mientras que en España el ingreso medio de las microempresas por cada uno de sus ocupados es de 122.300 euros, en la media comunitaria es un 11% mayor (135.600 euros por ocupado). En Irlanda, Bélgica, Dinamarca y Reino Unido, las ventas por ocupado en las microempresas son, al menos, un 50% mayores a las que se producen en España.
Datos «escalofriantes» de mortalidad
El presidente de Cepyme también se ha referido a los datos «escaloriantes» de la alta mortalidad de la empresa española, ya que transucurridos tres años desde su creación solo subsiste el 50% de las empresas, es decir, que la mitad desaparecen. La vida media de la pequeña empresa española es claramente inferior a la europea, ya que en España son 11 años y en la media de la UE cerca de los 20 años.
En total, Cuerva ha cifrado en 8.800 medianas empresas y más de 1.655 pymes los niveles de creación de empresas que se necesitarían para que España alcanzase los rangos medios de la UE. La patronal presentará el lunes una nueva edición del programa ‘Cepyme 500’ por el que anualmente elige a las mejores empresas para potenciar su crecimiento y mantiene el programa ‘Crece pyme’.
Según Cepyme, España no tiene um problema de emprendimiento, al registrar la tasa más alta de natalidad que la media de la UE, al crear el 10,7% del tejido empresarial, por encima del 9,8% de la media de la UE y de economías como Holanda, Austria, Alemania e Irlanda, pero su tasa de mortalidad empresarial es mayor que en Italia, Alemania o Portugal, con el cierre de un 9,2% de empresas con asalariados a lo largo de un año, frente al 8% de media europea.
Los cuatro pilares para impulsar el crecimiento empresarial
Para revertir esta situación, Cepyme ha propuesto cuatro pilares básicos, que pasan porque el cumplimiento de las obligaciones no tenga carácter inmediato con la ampliación de un trabajador en la plantilla, sino que entren en vigor cuando hayan consolidado su crecimiento, tras 4 años de aumentar y mantener su tamaño.
En este sentido, Cuerva se ha referido al «síndrome del empleado 50» porque cuando se rebasa esa cifra de empleados se produce un aumento exponencial del nivel burocrático, por lo que pide 4 años para adaptarse a esas nuevas exigencias burocráticas.
También pide favorecer la inversión en las pymes de personas físicas y jurídicas, con un marco fiscal que recoja incentivos para las familias que ayuden a la pequeña y mediana empresa. Las otras peticiones pasan por fomentar las fusiones con medida en el ámbito laboral y fiscal, y por potenciar la formación de los trabajadores.