Zara y Mango matan sus tiendas de barrio para sostener sus flagships
Zara y Mango sacrifican las tiendas más pequeñas y de las periferias para apostar por grandes locales
Mango acaba de abrir su flagship con más de 2.000 metros cuadrados en plena calle Serrano, una de las más emblemáticas de Madrid, y trabaja para abrir otro enorme establecimiento en plena calle Preciados. Las tiendas, que emplearán a decenas de trabajadores, dispararán la rentabilidad, según los pronósticos de la cúpula directiva.
Zara, que también inauguró su flagship casi en frente de la nueva tienda de Mango, ahora trabaja en la apertura del mayor establecimiento Zara del mundo. Y justo al lado de El Corte Inglés más grande de España: el de Nuevos Ministerios de Madrid.
Así, Zara y Mango promocionan su crecimiento, pero ocultan la consecuencia menos amable de estas aperturas: el cierre de decenas de tiendas en los barrios, las periferias y en las ciudades pequeñas.
Cierres silenciosos
Inditex ha cerrado una tienda en la calle Alcalá, en la calle Velázquez y un Lefties de la calle Princesa en Madrid. También liquidó todas sus tiendas del centro comercial La Albufera, en la capital y salió de Parque Corredor, Getafe 3 y Parque Éboli. Antes del inicio de la crisis, Zara contaba con más de 50 tiendas en Madrid. Hoy, esta cifra ha bajado en un 50%.
Zara ha reducido en 50% los locales en Madrid para concentrarlos en grandes tiendas
En Barcelona, el grupo también ha cerrado establecimientos en Badalona, Cornellà y Viladecans pero abrió una macrotienda en plena plaza de Catalunya, en el centro de la ciudad, también frente a El Corte Inglés.
Los secretos tecnológicos de Mango
Mango sigue la misma estrategia y ha iniciado el cierre de tiendas pequeñas para enfocar toda su estrategia en grandes establecimientos. Solo en la tienda de Serrano ha gastado 69 millones de euros.
La inversión incluye probadores inteligentes con pantallas converidas en espejos que permiten al comprador pedir prendas sin moverse del probador. Se trata de un nuevo concepto de tiendas que intenta replicar en sus establecimientos de las calles Orense, Gran Via, Preciados, Goya y Serrano, los cuatro nuevas megatiendas de la compañía.
La rentabilidad está asegurada
La tendencia se impone en casi todas las cadenas de moda. Menos establecimientos y más superficie de venta concentrada. Es una fórmula cuya rentabilidad está probada.
“Con menos tiendas concentradas en zonas de alto tráfico, la rentabilidad aumenta por una razón sencilla. La cantidad de trabajadores necesarios para atender este tipo de establecimientos es menor en proporción con las ventas, que se disparan”, explica el vicepresidente de la patronal Acotex, Ignacio Lario.
La nueva estrategia no sólo afecta a las pequeñas tiendas de la periferia sino también la de los centros comerciales menos concurridos, donde las grandes cadenas exigen precios irrisorios o amenazan con la salida.