Vueling adelanta a Iberia como la aerolínea más rentable de España
Las naves blancas y amarillas de Vueling disparan sus beneficios hasta los 117 millones con unos ingresos de 2.085 millones. Las ganancias de Iberia caen el 10%
Si los ecos de 2016 todavía retumban en las oficinas de Vueling por su verano negro, sobre 2017 prácticamente hay unanimidad: «Fue un gran año». Operativa al margen –que funcionó sin retrasos–, la compañía disparó sus beneficios y adelantó a Iberia en términos de rentabilidad, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha tenido acceso Economía Digital.
Las cifras de la filial de bajo coste de International Airlines Group –que también engloba a British Airways, Aer Lingus y la propia Iberia— revelan unas ganancias de 117,2 millones de euros frente a los 48,9 millones de euros de la temporada anterior. Además, la cifra de negocio también se elevó desde los 2.027 millones hasta los 2.085 millones de euros.
«Los resultados de Vueling reflejan una importante transformación operativa y financiera con respecto al año anterior; con unos márgenes y un beneficio de las operaciones más sólidos permitiéndole retomar su estrategia de crecimiento», celebran en IAG.
De este modo, la empresa presidida por Javier Sánchez-Prieto se ayudó de la subida de los ingresos y la caída de gastos como el combustible para obtener los mejores resultados de su historia. Así, la firma convirtió en beneficios uno de cada 17,8 euros que entraron en las arcas.
Iberia ganó el 10% menos: de 153 millones a 137 millones
En cambio, Iberia vio como el último ejercicio acababa con un descenso del 10% de las ganancias: de 153 millones a 137 millones. A pesar de incrementar la cifra de negocios en más de 300 millones y alcanzar los 4.786 millones, la escalada del gasto minó la expansión. El ratio de rentabilidad es de un euro de beneficio por cada 34,9 euros.
La partida que más creció fue la de gastos de personal, que saltó de 953 millones en 2016 a 1.161 millones de euros. Fuentes de la compañía explican que en el último ejercicio se incluyeron los costes del tercer ERE de la sociedad en los últimos años: 180 millones de euros para un recorte que afectará a 955 trabajadores. Todos abandonarán la empresa liderada por Luis Gallego a través de prejubilaciones o bajas incentivadas.
Será el método para aligerar una nómina de empleados, que en 2017 ya cayó desde las 15.809 a 15.738 personas.
Pero el ajuste de plantilla no fue el único apartado que escaló en el rojo de Iberia. La compra de repuestos para la flota de aviones subió de 267 millones a 362 millones y dejó en nada los efectos de la caída del precio del combustible (el coste cayó de los 1.001 millones a los 941 millones). Además, un Real Decreto aprobado en 2016, que introduce cambios en la amortización del fondo de comercio, significó diferencias contables a las cuentas presentadas por su matriz.
La mayor parte obedeció a la venta de billetes, que ascendieron a 3.596 millones (3.353 millones en 2016). Los ingresos por carga (258 millones), handling (298 millones) y servicios de mantenimiento a otras aerolíneas (623 millones) complementaron las entradas.
La sombra de Air Europa
A pesar de no contar todavía con las cifras de 2017, Air Europa quedará lejos en términos de rentabilidad de sus dos competidores españoles. El año anterior, la aerolínea se movió alrededor de unos 1.700 millones de facturación –al no cotizar en bolsa, las cifras no son exactas–. Su matriz, Globalia, terminó con unas pérdidas de 18 millones de euros.
Ahora, Juan José Hidalgo, el patriarca del conglomerado turístico, celebra «haber dado un vuelco vertiginoso» a los números.