Volkswagen deja a medias su plan para reordenar la compañía
El grupo nombra a su nuevo presidente y al de Seat pero mantiene al presidente de la compañía en EEUU y no anuncia los modelos afectados
La reunión del consejo de supervisión de Volkswagen de este viernes tenía que ser la del renacer del grupo, con el nombramiento del nuevo presidente, destituciones y la publicación de los modelos afectados, pero las decisiones se han quedado lejos de las expectativas. El consejo ha nombrado a un nuevo presidente, ha movido alguna silla más y ha hecho autocrítica, pero ni han rodado cabezas, como se esperaba, ni han anunciado los modelos que llevan el motor manipulado para engañar con las emisiones.
Matthias Müller, presidente ejecutivo de Porsche, ha sido nombrado nuevo presidente del grupo Volkswagen en sustitución de Martin Winterkorn, que dimitió este miércoles. El presidente de Seat, Jürgen Stackmann, ha sido nombrado vicepresidente de ventas de la marca Volkswagen, y le sustituirá al frente de la marca española el italiano Luca de Meo, vicepresidente ejecutivo de ventas de Audi.
Michael Horn se salva, de momento
En EEUU, donde se descubrió la manipulación de motores diésel de VW, conocido también como dieselgate, el grupo ha puesto a la cabeza a Winfried Vahland, presidente de la junta de Skoda. Sin embargo, ha decidido mantener a Michael Horn, presidente del grupo en América, quien admitió un grave error y estaba en todas las quinielas para dejar la compañía este viernes.
También se especulaba con que rodarían cabezas en I D. Concretamente, que se cesaría a los máximos responsables de dicha área de Audi, Ulrich Hackenberg, y de Porsche, Wolfgang Hatz. Pero, de momento, tampoco han sido anunciadas sus marchas. Respecto a los coches afectados, la compañía se ha limitado a anunciar que hay 5 millones de coches de la marca Volkswagen con los motores manipulados.
Las destituciones, todavía «en proceso»
Las primeras cabezas, después de la de Winterkorn, podrían rodar pronto. El grupo ha informado, mediante un comunicado, que está trabajando para clarificar lo sucedido y ha avanzado que, con la información que tiene hasta el momento, el consejo de supervisión «ha recomendado la inmediata suspensión de algunos empleados», aunque esta decisión «todavía está en proceso».
El grupo ha asegurado que «removerá cielo y tierra» para encontrar a los responsables y que tomará las acciones que sean necesarias. «No hay ninguna excusa para las manipulaciones» descubiertas, ha añadido el consejo de supervisión, que ha tenido un discurso muy duro.
«Las manipulaciones son un desastre moral y político para Volkswagen. El comportamiento fuera de la ley de los ingenieros y técnicos implicados en el desarrollo de los motores ha conmocionado a Volkswagen al menos tanto como a la opinión pública», añade el comunicado.
Recuperar la confianza
El grupo se ha puesto en las manos de Matthias Müller, que es ya presidente, para esclarecer el caso y salir de la crisis en la que se ha metido. El consejo de supervisión apunta que «Müller es el hombre idóneo para conseguir un nuevo comienzo» de Volkswagen, el segundo mayor fabricante de automóviles del mundo, y primero europeo.
Müller es consciente del reto que tiene ante sí y de lo que probablemente es lo más difícil: «Mi tarea más urgente es recuperar la confianza en Volkswagen, depurando responsabilidades con máxima transparencia», ha expresado el nuevo presidente del grupo.