Villar Mir paga en bolsa los pecados del segundo trimestre

OHL arranca la semana con retrocesos del 10% después de que la compañía reconociera pérdidas y que revisará sus planes estratégicos

Juan Miguel Villar Mir (a la derecha) y su hijo, Juan Villar Mir de Fuentes, durante la junta de accionistas de 2015. REUTERS/Andrea Comas

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

OHL atraviesa serias dificultades en bolsa, sin duda, magnificadas por la extrema volatilidad de los mercados característica de agosto. La acción del grupo constructor y de servicios empezó la semana con caídas que rozaron el 10%. Cerró la sesión del lunes en el -9,94%, jornada tras la que pierde los tres euros por acción. Ello deja la capitalización del grupo alrededor de los 890 millones de euros, lejos de los 1.574 millones a los que empezó 2016.  

La empresa del octogenario Juan Miguel Villar Mir entró en pérdidas en el segundo trimestre, afectado por las provisiones de algunos contratos y unos menores márgenes. Esta compleja situación llevará a la firma a revisar sus objetivos y el plan estratégico para los próximos cuatro años. Los inversores parecen haber retirado la confianza al conglomerado de construcción y servicios.

Para intentar revertir la operativa, la compañía escuchará ofertas por varios activos como los hoteles de su complejo mexicano de Mayakobá, su participación en el proyecto Canalejas (Madrid), activos de infraestructuras e incluso podría reducir su participación en OHL México al entorno del 50,01%. Tampoco la participación del 7% que le queda en Abertis es ya estratégica, aunque no prevé venderla a corto plazo.

«(Tendremos un) fuerte compromiso con una política financiera más prudente para hacer frente a las preocupaciones de los inversores», asegura el grupo en una presentación al regulador bursátil. La preocupación del mercado se hizo patente durante la conferencia con los analistas, que duró dos horas y en la que algunos de ellos cargaron duramente contra la gestión de la sociedad.

Las cuentas se están viendo lastradas por lo que califica como «proyectos heredados», concesiones y activos adjudicados, que están generando cuantiosas pérdidas y que algunos, como el hospital canadiense, podrían seguir generando flujo de caja negativo en los dos próximos años. «La generación de flujo de caja es lo importante para mí», dijo el nuevo consejero delegado de la sociedad, Tomás García Madrid.

Bronca con los analistas

Los directivos advirtieron de que no se cumplirán los objetivos de margen de negocio en construcción, que esperaban de entre el 5 y 6% en 2016, y se quedará entre el tres y el 4%. El grupo, controlado por la familia Villar Mir, vio caer su resultado bruto de explotación el 10,5% a 385,4 millones de euros, con un beneficio neto en el primer semestre de tres millones frente al beneficio de 24,8 millones de euros del primer trimestre.

La deuda neta se situó en 3.510 millones de euros frente a los 4.223 millones de euros de marzo, gracias a la venta de un 7% de Abertis. Del endeudamiento total, 836 millones de euros son deuda con recurso a la compañía, que ha crecido desde los 379 millones de diciembre, entre otras razones por un plan de remuneración de acciones a directivos por 38 millones de euros.

El capital circulante, una medida muy vigilada por los analistas y que da visibilidad sobre los fondos destinados a los proyectos en curso y a liquidez a corto plazo, mejoró hasta los 215,2 millones de euros negativos frente al saldo negativo de 357 millones de euros del primer trimestre. El grupo espera un mejor comportamiento en el segundo semestre. Una de las medidas que estudia el grupo es la exclusión de bolsa de OHL en México de la mano de un inversor internacional, una operación destinada a «reducir la visibilidad» y a tener más flexibilidad en la gestión de la compañía.

Líos en México

«Si OHL México se convierte en una compañía no cotizada esperamos tener más flexibilidad para tomar decisiones en la compañía con sólo dos accionistas«, dijo García Madrid. «Creemos que fuera del mercado reduciremos nuestra visibilidad para evitar los problemas que tuvimos con la campaña de desprestigio», agregó. García Madrid se refiere con «campaña de desprestigio» a los litigios que OHL tiene en México por anotarse hasta 3.000 millones que no debería.

El grupo controla el 56% de OHL México, una participación sobre la que también pesa un bono convertible por 400 millones de euros canjeable por el 16,99% de las acciones de la filial. El pasado martes, una fuente explicó a la agencia Reuters que OHL negocia con su socio el fondo de inversión australiano IFM una opa de exclusión. La operación se ejecutaría de tal forma que OHL no aportase nuevos fondos.

Ismael García Villarejo

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp