Unipost perdió en ocho meses el doble que en todo 2016
La compañía de servicios postales, en concurso de acreedores, disparó hasta los 9 millones de euros sus números rojos
Hace un año llegó la advertencia: “no se podrán afrontar los compromisos contraídos, situación que podría generar una situación de insolvencia”. El mensaje de los auditores sobre el futuro de Unipost fue muy claro. En concurso de acreedores desde julio, las cuentas de la empresa de servicios postales se despeñaron en 2017, donde las pérdidas se duplicaron en sólo ocho meses frente a la totalidad del año anterior.
La documentación a la que ha tenido acceso Economía Digital revela unos números rojos de 9,8 millones de euros hasta el pasado mes de agosto. El agujero multiplica por 2,4 los 4 millones negativos del 2016 y prácticamente quintuplica los 2,1 millones perdidos en 2015 por la firma de la familia Raventós.
La facturación también cayó por segundo año consecutivo. Si hace dos años fue de 93,9 millones y el año pasado de 91,3 millones de euros, en los primeros ocho meses de 2017 las ventas fueron de 55,7 millones. La proyección del ejercicio completo es de 82,8 millones, una reducción del 9,3%.
El plan de los Raventós no funcionó: en fondos propios negativos y con una deuda de 50 millones, la empresa acabó en concurso
La caída de la cifra de negocios también conllevó un descenso de los pagos a Correos para realizar las entregas que Unipost no puede servir. Hasta el mes de agosto desembolsó 7,9 millones a las arcas de la compañía pública, lo que supone una proyección de 11,8 millones de euros por los 14,9 millones del año anterior y los 17,5 millones de 2015.
A pesar del aumento de las pérdidas y el descenso de la facturación, Pablo Raventós, consejero delegado tenía un plan para salvar la empresa: la búsqueda de nuevos clientes, una mejora de los costes de distribución y un freno de las inversiones. Nada funcionó y unos fondos propios negativos de la mano de unas deudas de casi 50 millones de euros enviaron a la sociedad postal al concurso de acreedores.
Los sindicatos CCOO y CGT señalan al ejecutivo como el responsable de la caída de Unipost. Por ello, solicitan a la administración concursal, en manos de Jausas Legal, que culpabilice al directivo de la situación actual.
Las razones de la acusación: la falta de un cambio de rumbo en la empresa a pesar de acumular dificultades desde el año 2011. Fuentes de Jausas declinan realizar comentarios. Sin embargo, Economía Digital ha podido saber que ya han solicitado una prórroga de dos meses para la formulación del informe que determinara el concurso de culpable o fortuito. El despacho se justifica ante la plantilla por “la magnitud de las cuestiones a atender”.
Sobre la mesa de Unipost hay un ERE para toda la plantilla y el interés de Correos
Mientras, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para la totalidad de la plantilla ya está sobre la mesa y los primeros despidos a ver la luz. Recurrido por CGT, el recorte afectará a los 2.400 trabajadores de forma progresiva hasta el mes de mayo, el plazo que se ha dado el administrador para encontrar un comprador. Hasta el momento, Correos es el único nombre que ha trascendido.
El interesado deberá pagar la deuda de 4,6 millones contraída con la Seguridad Social y los pagos a los empleados que Fogasa no cubra.
Unipost fue la empresa registrada por la Guardia Civil el pasado mes de septiembre por disponerse a repartir la convocatoria a las mesas electorales del referéndum del 1 de octubre en Cataluña. El Instituto Armado incautó más de 30.000 cartas listas para ser enviadas. La compañía de los Raventós ya realizó los repartos de la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014.