Unipost oculta a sus accionistas ante los auditores
La auditoría revela que Unipost Servicios Generales, la matriz del grupo postal de los Raventós, esconde cómo se reparte el capital
El grupo postal privado Unipost cerró 2015 con pérdidas y una delicada situación financiera y patrimonial. La auditoría de Unipost SA, como explicó Economía Digital, advirtió de ello y de la falta de información. Pero la auditoría de su matriz todavía encontró más lagunas. La más importante, que no constan los accionistas.
Unipost Servicios Generales SL es la matriz de la empresa postal y presentó al registro los resultados consolidados de 2015 hace pocos días. En ellos, el patrimonio de la compañía es positivo (2,4 millones), por lo que la empresa no está en causa de disolución, como dijo a este medio.
Sin embargo, la auditora Uniaudit Oliver Camps también alerta de «una incertidumbre que puede generar dudas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento». Y es que las pérdidas consolidadas (2,1 millones) son prácticamente las mismas que las de Unipost SA, que aporta más del 99% del negocio del grupo.
Sin accionistas conocidos
La auditoría constata las mismas lagunas de información en la matriz que en su principal filial, pero apunta una nueva: la memoria no incluye «el detalle de los socios con un porcentaje de participación superior al 10%».
Las cuentas de Unipost SA recogen al menos dos veces que el accionista único de la sociedad es Unipost Servicios Generales SL: en el acta de aprobación de las cuentas y en el punto 1 de la Memoria, en la que se describe la actividad de la compañía. En cambio, en las cuentas de su matriz, esta información se obvia en ambos puntos.
¿Por qué oculta esta información? Desde la salida de DHL, que a principios de 2015 vendió su 37%, el 100% de las acciones corresponden a los Raventós, aunque el reparto entre los muchos miembros de la familia no está claro.
Entre los accionistas destacan Antón Raventós Raventós, presidente del grupo, Pablo Raventós Sáenz, director general, y Salvador Ferrán Pérez-Portabella, secretario del consejo de administración. Pero la familia, propietaria también de las cavas Codorníu, tiene más de 200 miembros y muchos de ellos tienen acciones del grupo postal.
Los rumores de venta de la compañía no han dejado de sonar en los últimos años, a causa de su mala evolución económica. Sin embargo, no se ha concretado hasta ahora ninguna oferta y Unipost ha negado que hayan encargado la venta.
Los problemas se le acumulan
Unipost cerró el año pasado con una facturación consolidada de 93,9 millones de euros, un 20% más que en 2014, y redujo a la mitad (2,1 millones) sus pérdidas. El plan de negocio pasa por seguir mejorando durante este ejercicio, pero todo indica que será peor: en junio ya perdía casi dos millones, tras la ruptura de un importante contrato con Iberdrola.
Un conflicto con Correos ha dejado al grupo privado en una delicada situación de tesorería. Por ello, sólo unas semanas después de prometer ponerse al día con la plantilla, a la que deben parte de la extra de verano, volvió a abrir negociaciones con el comité de empresa para demorar los pagos de las nóminas.