Uber no logra fabricar un coche autónomo tras cinco años de intentos
La compañía ha invertido 2.100 millones de euros en su estrategia para desarrollar el vehículo
Tras 5 años y una inversión 2.100 millones de euros (casi 2.500 millones de dólares), los esfuerzos de Uber por fabricar un coche autónomo tan solo han conseguido crear un vehículo que siempre encuentra un problema antes de recorrer un kilómetro.
Es lo que narra The Information en un detallado reportaje. En él, publica un correo enviado por el mánager de la unidad, Eric Meyhofer, al CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, hace 3 semanas, que relata su desazón por que su equipo no está ni siquiera cerca de conseguir poner un vehículo autónomo en las calles.
«El coche no conduce bien» y al vehículo «le cuestan rutinas simples y maniobras simples», habría escrito el alto cargo, cuya identidad The Information asegura haber confirmado.
Por tanto, el directivo opina que la unidad «simplemente ha fallado a la hora de evolucionar y generar un proceso significativo en tanto tiempo que algo tiene que decirse antes de que ocurra un desastre».
Asimismo, transmite la sensación de su personal de que Uber va a perder la carrera ante Waymo, de Alphabet, y la tecnología de coches autónomos de Apple, que ya han demostrado haber avanzado mucho más.
«El talento está aquí para hacer su trabajo, pero los ánimos decaen», cuenta, a la vez que sugiere un ambiente de luchas internas y habla de varias complicaciones.
Uber ha invertido millones en construir un coche autónomo desde 2015 con su unidad Advance Technologies Group.
The Information narra que los equipos dentro de la unidad tienen visiones distintas: los que vienen del sector aeroespacial o del Gobierno están centrados en la seguridad mientras que los ingenieros creen que el progreso es muy lento desde que un coche autónomo de Uber matase a un peatón en 2018 en Arizona, porque creen que Uber sobrecorrigió ese error.
«No solo estamos construyendo un software y lanzándolo a las calles para ver cómo funciona. Todo lo que hacemos tiene que tener un rigor y una verificación [de la seguridad del software]». «Todo eso puede provocar frustración, y eso también lo veo», dice Meyhofer.
Jon Thomason, que comunicó la semana pasada que dejaba Uber tras 3 años como jefe de ingeniería de software del equipo de coches autónomos, dijo en su carta de despedida que el equipo estaba cada vez más «sepultado bajo capas de cosas que no son trabajo real» y que «ni siquiera llevaban a trabajo real».
El ex-CTO de la compañía Thuam Pham, que se marchó en abril, ha contado al mismo medio que a lo largo de los dos últimos años ha «alertado periódicamente» de los avances de la unidad.
«Simplemente no entiendo por qué esto no está avanzando». «Cómo puede ser que no haya habido ni contabilidad ni transparencia», lamenta.
Uber, además de su negocio de coches con conductor (Uber Rides) y de su negocio de comida a domicilio (Uber Eats) cuenta con multitud de otras ramas, en las que mayormente investiga para lanzar nuevos servicios: es el caso de sus coches voladores, que pretende lanzar en 2023 o de estos coches autónomos.
Noticia original: Business Insider
Autora: Alba Asenjo