Telepizza podrá despedir a los motoristas que no tengan móvil
Los motoristas de Telepizza entran en cólera por las nuevas sanciones de la compañía contra los trabajadores que tengan dañado su móvil personal
Los repartidores de Telepizza han estallado contra las nuevas condiciones laborales en la empresa que les obliga a usar su teléfono móvil personal como herramienta de trabajo para repartir pizzas.
La plantilla de repartidores tendrá que usar su móvil personal y gastar sus planes de internet para repartir los pedidos de los clientes. Los trabajadores también se podrían enfrentar a graves sanciones e, incluso, al despido si tienen su teléfono averiado durante más de 10 días.
La compañía ha aplicado las nuevas condiciones por un nuevo proyecto informático con el que dará a los compradores información en tiempo real del estado del pedido.
Los trabajadores de Telepizza han exigido a la empresa que revierta las “prácticas abusivas e ilegales” al obligarles a aportar parte de las herramientas de trabajo de la empresa.
Buena parte de los trabajadores de Telepizza tienen que aportar la moto, pero por ello son beneficiarios de una importante paga extra. De hecho, buena parte de los repartidores prefiere aportar su moto por tener un sueldo más elevado, según han explicado a este medio los representantes de los trabajadores.
Telepizza pagará 3 euros al mes a los repartidores en concepto de “desgaste del móvil” y de 0,30 hasta 1.90 euros en concepto de conexión de datos.
Localización en tiempo real
Pero en el caso del teléfono móvil, las compensaciones aplicadas por la compañía son claramente abusivas.
Telepizza está trabajando en el proyecto Tracker, una modalidad con la que el comprador podrá saber en qué lugar se encuentra su pizza en tiempo real. Para que los consumidores puedan conocer esta información, la compañía ha comenzado a exigir a sus repartidores móviles con una aplicación de geolocalización, un móvil con conexión de internet y una aplicación móvil corporativa.
Los representantes de Comisiones Obreras han explicado que la situación financiera de la compañía no está comprometida para obligar a los trabajadores a asumir estos gastos de su bolsillo. La plantilla considera que las nuevas condiciones laborales son abusivas, ya que “las herramientas de trabajo deben ser siempre aportadas por la empresa”.
Los sindicalistas han explicado que las nuevas contrataciones obligan la aceptación de las nuevas condiciones y los trabajadores no tienen opción de negarse a aceptarlas. La plantilla estudia si las medidas adoptadas por la empresa pueden ser impugnadas en los tribunales y no descartan medidas legales en el corto plazo.