Telefónica estudia desinversiones en Latinoamérica
Telefónica analiza oportunidades para hacer caja en Argentina, Colombia y México y reducir así su deuda de 48.500 millones
Telefónica tiene la reducción de la deuda de casi 48.500 millones como una de su prioridades y analiza todas las alternativas. La principal, como es bien conocido, es la salida a bolsa de una participación minoritaria de su filial británica O2. Pero los conflictos entre los operadores del país por la subasta del espectro 4G y 5G retrasa sine die dicha OPV. Por ello, la compañía estudia operaciones similares en Latinoamérica, concretamente en Argentina, Colombia y México.
El gigante de las telecomunicaciones que preside José María Álvarez-Pallete trabaja sin prisas y sin urgencia, aseguran. La reducción orgánica de la deuda le ha quitado presión, pero su pasivo sigue cercano a los 50.000 millones, casi tres veces su ebitda (2,86 veces), por lo que está analizando oportunidades y si surgen, las aprovechará.
Como en el caso del Reino Unido, una de las prioridades en Latinoamérica es, si hay desinversiones, hacerlas sin perder el control de las filiales. Es decir, mediante salidas a bolsa pero manteniendo la mayoría, al menos en la mayoría de los casos. Y es que la región genera el 22% del ebitda de Telefónica (3.500 millones de euros en 2016) sin contar Brasil, mercado que la compañía segrega y que no está en la lista de posibles desinversiones. Sumando Brasil, la región aporta el 45% del ebitda de Telefónica.
Telefónica puede captar 4.000M con ventas en Latinoamérica y mantener el control de sus filiales
Álvarez-Pallete tiene varias opciones para reducir su deuda de forma inorgánica en Latinoamérica, y captar más de 4.000 millones de euros. Argentina es uno de los mercados en los que podría sacar a bolsa su filial. En junio, Bloomberg aseguró que lo estaba estudiando, algo que fuentes del sector confirmaron y que algunos analistas ya están ponderando. Fuentes de Telefónica evitaron comentar rumores pero admitieron que si hay una buena oportunidad de desinversión, la aprovecharán.
Argentina es el segundo mercado de la compañía en el continente, solo por detrás de Brasil. La idea que se barajaría sería hacer una OPV para el 30% de la compañía, aprovechando la mejora de las inversiones en el país en los últimos meses por los cambios políticos. Según cálculos de los analistas del Sabadell, esta opción reportaría 1.338 millones a Telefónica, que reduciría su deuda el 3%.
Colombia, la peor plaza para Telefónica
Colombia es una plaza complicada para Álvarez-Pallete. Coltel, controlada al 67,5% por Telefónica pero donde tiene como socio al Estado colombiano, tuvo algunos problemas judiciales con el propio gobierno, que se resolverán con una capitalización de la empresa. Paralelamente, se enfrenta a una multa de 450 millones de euros. Y por si esto fuera poco, Colombia se plantea vender su 32,5%.
Ante esta situación, Telefónica tiene tres opciones. Comprar la participación del Estado; aprovechar la venta de la parte estatal para vender, lo que supondría su salida del mercado, o impulsar una salida a bolsa, lo que daría liquidez al Estado para salir y le permitiría hacer algo de caja, siempre manteniendo la mayoría. Con la venta total, podría lograr 2.300 millones, para reducir su deuda el 5%.
Telefónica tiene una oportunidad en Argentina, mientras en México no es el mejor momento
La posible salida a bolsa de su filial mexicana es una opción que los mercados contemplan desde hace dos años. Es un mercado difícil, con una posición dominante de América Móvil y con la estadounidense AT&T en crecimiento. La empresa está valorada en más de 2.000 millones, con lo que la reducción de deuda dependería del porcentaje que se sacara a bolsa.
El problema para esta operación es que no es un buen momento para Telefónica. Pese a que incrementó ventas en el primer semestre, su ebitda es todavía el 29% inferior al de hace dos años a causa de la presión competitiva. Por ello, los analistas creen que la valoración de la compañía en el mercado no sería suficientemente atractiva para que el grupo se decida a hacer la OPV. Es decir, que la oportunidad no parece atractiva, por ahora.