Telefónica lleva a Bruselas la expansión internacional de Vodafone
Telefónica pide medidas compensatorias en Alemania por la venta de Liberty a Vodafone, cuya unión lastraría la competencia en el país
El pique Telefónica-Vodafone no se circunscribe únicamente a España. En el mercado nacional, la británica torpedea los planes de la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete, pero en el mercado internacional, concretamente en Alemania, los papeles se invierten.
Telefónica ha llevado ante Bruselas la compra del operador de cable alemán Unitymedia, propiedad Liberty Global, por parte de Vodafone. La compañía de telecomunicaciones, como ya advirtió en anteriores ocasiones, cree que el control de Unitymedia por parte de Vodafone supone una “considerable amenaza” para los consumidores, el despliegue de la banda ancha de fibra y la competencia en Alemania.
Telefónica Deutschland pide medidas compensatorias “adecuadas y eficaces” ante los planes de Vodafone
En un comunicado, Telefónica Deutschland, la filial alemana de la compañía, afirma que “esta operación supondría el fin de la competencia en el mercado del cable y en la red de banda ancha fija, así como el mayor obstáculo para el despliegue de la banda ancha de fibra”.
A este repecto, Markus Haas, consejero delegado de Telefónica en Alemania, ha incido en que esta infraestructura tiene “una importancia decisiva” para el futuro económico de Alemania.
Por todo ello Telefónica Deutschland ha solicitado a la Comisión Europea que imponga medidas compensatorias “adecuadas y eficaces” ante la toma de control de Vodafone sobre el operador de cable alemán.
La pugna Telefónica-Vodafone en Alemania
Telefónica cree que existirían pocos incentivos para que otros grupos destinaran cuantiosas inversiones a la expansión de red de fibra si más del 70% de los clientes están vinculados de forma contractual a las redes de cobre y cable.
La venta, que subiría la posición de Vodafone en el país, incluye la compra de los activos de Liberty Global en cuatro países, Alemania inclusive –los otros son República Checa, Hungría y Rumanía–, por 18.400 millones de euros y “crearía un duopolio de proveedores de redes fijas en Alemania”, de acuerdo a las declaraciones del propio Álvarez-Pallete al periódico Handlesblatt.
Telefónica, por su parte, de momento solo está presente de momento en el mercado móvil — opera en el país con la marca O2, el tercer mayor operador de telefonía móvil y con un valor bursátil cercano a los 11.000 millones de euros — y ha invertido en el país más de 25.000 millones de euros desde 2005.
Lo cierto es que la operación de Vodafone, que incluye clientes de banda ancha fija y televisión por cable, es una combinación que tampoco gusta nada a Deustche Telekom, el otro gigante de las telecomunicaciones en el país –a la postre propiedad en un 32% del estado alemán–, que también mostró en los últimos meses una posición pareja a la de Telefónica.
Telefónica-Vodafone, papeles invertidos en España
Las posiciones son distintas en el mercado nacional. Vodafone ha impugnado diferentes planes de Telefónica en lo que va de año, como su política comercial por los precios de su segunda marca o los por los del fútbol.
Concretamente, la compañía británica, que ha renunciado este año a los derechos televisivos en España por su espiral inflacionista, llevó hasta a Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) las ofertas de fútbol gratis en televisión que Movistar quiere extender hasta la próxima temporada (2018-2019).