Telefónica cancela la venta de su filial en El Salvador a Carlos Slim
La multinacional española da marcha atrás a los planes acordados en 2019, en los que preveía ingresar 169 millones tras salir del país
Cambio de planes para Telefónica en El Salvador, país en el que en 2019 acordó su salida tras la venta de su filial al grupo América Móvil, propiedad del empresario mexicano Carlos Slim. Con este golpe de timón, la multinacional española dejará de ingresar 169 millones de euros por el 59,6% que controla de la compañía.
La decisión se ha adoptado «tras un análisis detallado por ambas partes de las condiciones establecidas por la Superintendencia de Competencia para la obtención de la correspondiente aprobación regulatoria, en su reciente resolución sobre la transacción propuesta», según traslado la compañía de telecomunicaciones en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La venta de El Salvador se enmarca en las desinversiones que la operadora acordó durante el pasado año en Centroamérica. La operación abortada se acordó en 277 millones por el total de la compañía y se traducía en un ingreso de 169 millones para la firma española por su condición de accionista mayoritario.
Sí sigue en vigor, sin embargo, la venta de la filial de Guatemala, acordada también con Slim en enero del pasado año, y la de Puerto Rico, firmada recientemente con el grupo Liberty Latin América tras la espantada de última hora del gigante Millicom. La primera transacción fue de 293 millones de euros y la segunda tuvo un valor de 435 millones de euros.
Imposiciones del regulador
En la resolución, el papel del regulador del país ha sido muy importante. La Superintendencia de Competencia salvadoreña, equivalente a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia en España, había puesto sobre la mesa una serie de compromisos inasumible para la firma resultante de la operación.
Una de las obligaciones era la renuncia a una parte del espectro porque América Móvil está presente en el país centroamericano y podría terminar con una posición dominante del mercado.
Otro de los peajes de la compra de la filial salvadoreña de Telefónica era mantener estrategias de comercialización independiente durante los siete años siguientes a la operación.
No es la primera vez que el regulador cambia la hoja de ruta de Telefónica. Famosa fue la operación frustrada de Telefónica en Reino Unido hace más de cuatro años, cuando quiso desprenderse de O2 y venderla a la hongkonesa Hutchison. La Comisión Europea frenó la operación porque entendió que tendría efectos negativos sobre la libre competencia, especialmente en lo que a la rivalidad de mercado móvil británico se refiere.