Soriano entrega al juez la mayor bancarrota de la aviación española
Spanair incrementa su deuda en 150 millones en un año y eleva el pasivo hasta los 400 millones. SAS, los trabajadores y AENA son, por ahora, los mayores afectados
El Manchester City ha fichado al hombre cuya gestión ha desembocado en la mayor bancarrota de la aviación comercial española: Ferran Soriano. Bajo su presidencia, Spanair ha acumulado una deuda de 400 millones, cifra no vista hasta ahora por ningún juez al inicio de un concurso de acreedores relativo a una aerolínea.
En el último año, el pasivo se ha incrementado en 150 millones debido a los costes financieros de los préstamos adquiridos, a los nuevos créditos, y a las deudas contraídas con proveedores (principalmente AENA) y accionistas privados. Con el cierre del ejercicio 2010, la aerolínea admitía algo más de 200 millones de euros en deuda.
El grupo de grandes acreedores lo componen, en primer lugar, su socio industrial Scandinavian Airlines Group, con 170 millones; los trabajadores, con 70 millones; el gestor aeroportuario AENA, con 60 millones; un pool de bancos liderado por La Caixa que espera 50 millones; 30 millones que se reparten varios proveedores; y 10 millones de un crédito directo de Fira de Barcelona, ya provisionado. De hacerse efectivas las multas del Ministerio de Fomento (nueve millones) y las indemnizaciones a los pasajeros, los importes harían más profundo el agujero.
Llegada al juzgado
Este lunes, Spanair llega al juzgado con una solicitud voluntaria de liquidación, la mayor protagonizada por una aerolínea española. Durante todo el fin de semana el despacho Roca Junyent ha preparado la documentación, informa La Vanguardia. Una vez abierto el proceso, los acreedores tendrán tiempo para concretar sus demandas y fijar el pasivo final.
La última quiebra del sector la protagonizó Air Comet. Fue en diciembre de 2009. El ex presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio, Gonzalo Pascual, acabaron en los juzgados solicitando concurso de acreedores con un pasivo inicial de 100 millones de euros. El juez, sin embargo, lo cifró en 366 millones al finalizar su trabajo. Se da la circunstancia de que ambos fundaron Spanair en 1987 para operar vuelos charter con el norte de Europa. Air Madrid, en 2006, se liquidó con 150 millones de pasivo.
Los proveedores tienen pocas posibilidades de recuperar sus deudas con Spanair. Los aviones y la sede están alquilados y su único activo es la marca. Con toda probabilidad, el emblema será subastado muy a la baja para intentar repetir en España el resurgimiento de Swiss (cesó más ordenadamente que Spanair), aerolínea en bancarrota que Lufthansa compró en 2005.
Las responsabilidades de Soriano y del equipo gestor estará en manos ahora del juez que hasta podría pedir responsabilidades directamente a las administraciones públicas si alza el velo a las instrumentales mediante las que participaban en Spanair.