Seat quiere duplicar las ventas de Cupra con el Formentor
Wayne Griffiths augura un buen final de año animado por las exportaciones tras el golpe del coronavirus a las ventas de la compañía
Desde este martes hay un nuevo inquilino en las líneas de producción de la planta de Seat en Martorell (Barcelona). La automovilística española ya comienza a fabricar en serie el Cupra Formentor, un vehículo calificado como “el mejor de la historia” de la compañía y que llegará a las calles durante el próximo mes de octubre. El coche es el primer modelo propio de la marca Cupra y aspira a llevarla a un nuevo escenario: 1.000 millones de euros de facturación y el doble de ventas.
El flamante presidente de Seat, Wayne Griffiths, dio el pistoletazo a la siguiente etapa de la enseña que ya lideraba antes de convertirse en el primer ejecutivo del grupo nacional. El dirigente británico celebró la semana pasada que Cupra ha puesto en la carretera más de 20.000 unidades en lo que va de año, una cifra que a final de año superará seguro las 25.000 con las que cerró el ejercicio 2019, sin el coronavirus de por medio.
Ahora, con la llegada del Cupra Formentor, el objetivo es claro: duplicar el número de vehículos vendidos. “Es una marca más emocional, puede ayudar a todo el grupo Seat”, comparó el consejero de Volkswagen AG –la matriz que también engloba a Volkswagen, Skoda, Audi y Porsche–, Herbert Diess.
«Es el paso más importante de la historia de Cupra», añadió Griffiths este martes. Así, la aspiración es que alcance a aportar alrededor de 1.000 millones de facturación a Seat. En 2019, las ventas de la automovilística alcanzaron los 11.157 millones.
Para empezar, el Formentor se producirá a un ritmo de 160 unidades diarias en Martorell. Convivirá en la misma línea que el Seat León, inmerso también en el lanzamiento de su nueva versión, que llegó al mercado este mismo 2020.
Camino a la electrificación de Seat
Junto con el Seat León, el Formentor será el primer vehículo híbrido enchufable tanto de Seat como hecho en la fábrica catalana. Un avance en la electrificación de la empresa que a día de hoy cuenta con el Seat Mii como único coche de cero emisiones y que espera la llegada del Cupra El-Born como primera incursión seria en el mundo del coche eléctrico.
En un primer momento, el modelo debía lanzarse bajo la marca Seat, pero la posibilidad de comercializarlo bajo la gama premium del conglomerado para obtener unos mayores márgenes hizo virar la planificación inicial. Así, la enseña no tiene todavía previsión de lanzar ningún modelo totalmente limpio.
Es el principal reto que afronta la presidencia de Griffiths. Tras gastar 3.300 millones entre 2015 y 2019, la empresa invertirá hasta 5.000 millones de euros en el próximo lustro para «electrificar su gama de vehículos y en la fábrica de Martorell (Barcelona) y sus satélites en Barcelona«. Un programa de gasto diseñado antes del coronavirus que se mantendrá inalterado a pesar del «duro impacto» de la pandemia.
La filial de Volkswagen AG anunció en julio el proyecto en la recién estrenada Casa Seat, en Barcelona. Tras pedir el apoyo de las instituciones, tomó un compromiso con los presentes: «Nuestra intención es que Martorell fabrique automóviles eléctricos a partir de 2025, cuando el mercado haya crecido».
El entonces presidente en funciones Carsten Isensee señaló que la inversión se repartiría entre nuevos proyectos de I+D en el centro técnico de la firma para desarrollar modelos de cero emisiones y la adecuación de sus fábricas catalanas. «Es el nuevo reto de la organización después de afrontar la llegada de los SUV en 2015″, dijo.