Seat cerrará Martorell todo agosto
El fabricante bajará la persiana a la planta por el golpe de la Covid-19 y la duda de que los proveedores puedan servirle piezas para el Cupra Formentor
Seat no trabajará este mes de agosto en la planta de Martorell (Barcelona). Después de años de récords de producción, el fabricante de coches decidió abrir la planta el pasado mes de agosto ante la elevada demanda del Seat Ibiza y el Seat Arona. Fue excepcional: este año, el impacto del coronavirus en el mercado hará que la instalación baje la persiana durante todo el mes.
A pesar de que la filial de Volkswagen AG –que también engloba a Volkswagen, Skoda, Audi y Porsche— ya produce al 85% de su capacidad, el mercado todavía no es suficiente fuerte como para poner en marcha las líneas de producción durante todo el verano. Hubo discusiones durante las primeras semanas del año, pero finalmente no fructificaron.
Fuentes internas explican que la pandemia segó los planes para volver a habilitar la fabricación de Seat Ibiza y Seat Arona, que tampoco estaban confirmados antes del estado de alarma. «Seat Martorell trabajó de manera excepcional durante el pasado mes de agosto por la alta demanda comercial, pero las circunstancias de este año son diferentes», justifican desde la empresa.
Sobre la mesa también estuvo adelantar la producción del Cupra Formentor, que arrancará en septiembre en la misma línea que el nuevo Seat León. Al convivir ambas novedades, se barajó la posibilidad de comenzar a trabajar en esta cadena de producción durante la última semana de agosto, pero finalmente se descartó.
A cambio, la fábrica catalana sí tendrá actividad los cuatro sábados del mes de julio tanto en la línea 1 (Arona e Ibiza) como en la línea 2 (León). En el bolsillo quedan «entre siete y ocho sábados» que se marcarán como laborables en el calendario a la vuelta de vacaciones.
No se repetirá la apertura histórica del año pasado, que permitió a Seat sumar 20.000 unidades extra a su volumen de producción.
Seat Martorell: 148.000 coches menos
El parón de agosto es una muestra más de que la Covid-19 todavía sacude la demanda en el mercado del automóvil. De hecho, los cálculos realizados por los sindicatos en mayo ya indicaban que la planta de Martorell sacaría a la carretera alrededor de 148.000 vehículos menos que los 500.005 puestos al mercado en 2019.
La empresa presidida de forma interina por Carsten Isensee tuvo que ralentizar su vuelta a la normalidad durante el mes de mayo. La instalación barcelonesa empezó a funcionar en abril con solo un turno y al 33% de su capacidad. La proyección inicial era que las tres líneas que componen el centro arrancaran con un segundo turno el lunes 11 de abril, pero solo fue así con la plataforma que ensambla el Seat León, en plena fase de lanzamiento de la nueva versión y con mucha demanda en concesionarios y expositores. Por ello, se retrasó la implementación del tercer turno para la semana del 8 de junio.
La reactvación del Seat Ibiza, el Seat Arona y el Audi A1 no fue tan positiva, a pesar de que la compañía continuó vendiendo coches incluso durante el mes de abril, con las tiendas de muchos países cerradas. Por ello, Seat se vio obligada a postergar la implementación de los turnos restantes hasta la semana del 22 de junio, cuando al fin se alcanzó el 85% de la producción previa al estado de alarma.