Rosell expulsa de la junta directiva de consenso a la vieja guardia de la CEOE
Garamendi será número dos y la patronal valencia tendrá una vicepresidencia junto a Madrid y Cataluña; los representantes del metal y la construcción saltan del nuevo órgano de gobierno
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, no paga traidores. La nueva junta de la patronal se constituye este miércoles con menos puestos directivos y, previsiblemente, con sonadas expulsiones si no se producen cambios de última hora. Las vicepresidencias se reducirán a cinco y los representantes de Confemetal, Javier Ferrer, y de la Confederación Nacional de la Construcción, Juan Lazcano, serán apeados del órgano de gobierno que surja a propuesta del empresario catalán.
Ambos, además de ser considerados como los principales representantes de la vieja guardia, fueron los impulsores de la candidatura opositora, la de Antonio Garamendi, para capitalizar el descontento con el rumbo del anterior mandato. Fundamentaron la campaña en divulgar la idea entre sus asociados de que Rosell pretendía convertir la CEOE en una extensión de las grandes compañías del Ibex, factor que logró cambiar a última hora el sentido de varios sufragios.
Pilares del nuevo mandato
El nuevo organigrama cumple, sin embargo, con la voluntad de tender la mano a la oposición y de formar una junta de consenso. Habrá espacio para el propio Garamendi, que será número dos, apoyado también en la presidencia de la patronal de las pymes (Cepyme), y para una de las territoriales que respaldó al vasco. Se trata de José Vicente González, jefe de los empresarios valencianos (Cierval), quien ocupará otra vicepresidencia.
Rosell ha reservado el núcleo duro a sus dos principales pilares: Madrid y Cataluña. Juan Pablo Lázaro (CEIM) y Joaquim Gay de Montellà (Foment del Treball) cerrarán filas con el presidente. Aunque nominalmente estarán a la misma altura del organigrama, ambos controlarán las áreas más comprometidas: como personal o gastos. También se nombrará a Pilar González de Frutos, de la patronal de las aseguradoras (Unespa), una profesional de reconocido prestigio, que desarrollará otras funciones clave.
Patronal divida por dos
La nueva junta directiva de la CEOE deberá cerrar las heridas abiertas tras la convulsa campaña electoral y unos resultados que, prácticamente, dividieron por la mitad a la gran patronal española. Rosell, que esperaba una holgada victoria, obtuvo apenas 33 votos de margen. Internamente se achaca el resultado a las presiones de Ferrer y Lazcano sobre los socios de algunas sectoriales y territoriales.
Rosell denunció públicamente la distribución de un informe anónimo que acusaba al presidente de la CEOE de perdonar a Foment del Treball las cuotas de afiliación, de catalanizar la patronal y de tibieza ante los aires independentistas que soplan desde Cataluña. La autoría de aquel informe fue atribuida a los altos cargos de la CEOE que habían sido despedidos de la organización durante el primer mandato del empresario catalán.