Rosell activa la campaña electoral para la reelección en la CEOE
El actual presidente de la patronal se dirige a los socios para anunciar una regeneración si gana los próximos comicios
El presidente de la CEOE y candidato a la reelección, Juan Rosell, ha enviado un documento a las organizaciones que componen la patronal con el que resume su gestión durante los últimos cuatro años, carga contra algunas de las críticas vertidas sobre su labor y avanza que su propósito para el futuro es «regenerar» y hacer «más cercana» la organización.
El actual patrón de patronos señala, para empezar, que a la hora de juzgar su gestión se debe valorar que la organización no venía ni estaba al inicio del mandato «en la mejor de las situaciones, ni en el orden interno, y mucho menos en cuanto a percepción externa». «Quien lo ignore se está haciendo trampas», añade. Como mayor logro en este capítulo reclaman haber dado un paso «definitivo» de cara a una financiación íntegra de cuotas.
Cuentas claras
Demuestra también que los gastos se han reducido de forma «sensible» –un 25,2% desde 2011, frente a un descenso del 23,7% de los ingresos–, al eliminar buena parte de una «estructura excesiva y que necesitaba renovarse para adecuarse a nuevos retos y necesidades de la organización». De 202 trabajadores se ha pasado a 134, que implica el 28,1% menos en nóminas.
Como resultado, la confederación ha destinado más de cinco millones a indemnizaciones, «sin contar el plan de pensiones oculto de seis millones –en referencia al blindaje de antiguos miembros de la Ejecutiva de José María Cuevas–, y un problema de 2,5 millones de importe en el instituto de formación heredado del pasado y conocido sólo por sus responsables: ahora los órganos de gobierno ya están al día». Remata este capítulo garantizando que «las cuentas están en orden y claras».
Soluciones mágicas
Por otro lado, el presidente de la CEOE aprovecha para situarse en algunos de los temas que más preocupan a la organización. Rosell se refiere al malestar social, «mezcla de la situación económica, los múltiples casos de corrupción y alguna otra cuestión política», sin mencionar la catalana, y dice que todo ello siembra un «terreno propicio para la protesta».
No obstante, indica que «no pueden exigirse soluciones mágicas a problemas complejos». «Sobran buenas intenciones, que debe haberlas, faltan propuestas concretas, detalladas, posibles. Nada es gratis, sino al contrario, los recursos son escasos y deben emplearse de la mejor y más inteligente manera. Hace falta mucho pragmatismo, sensatez y sentido común», apostilla.
La polémica de las mutuas
Sobre asuntos más concretos, Rosell señala que en el caso de las mutuas, la patronal ha negociado con los grupos parlamentarios enmiendas que puedan ser aprobadas las próximas semanas en el Senado para reforzar el carácter empresarial en estas instituciones. «Podemos estar razonablemente satisfechos», señala en este punto.
Finalmente, Rosell adopta un tono más personal. «Por lo que a mí se refiere, como presidente de la CEOE durante estos cuatro años, me he encontrado con demasiados impedimentos y status quo consolidados de todo tipo y manera, tanto internos como externos, fruto de la inercia de muchos años y los externos por la situación política, económica y social».
La CEOE ha mejorado
Con todo, cree que es innegable que la situación de la confederación ha mejorado y también, con su apoyo, la de España. «Queda mucho por hacer», añade a pesar de ello. «Hemos de regenerar y abrir nuestra organización y nuestras propias organizaciones para que empresas, empresarias y empresarios, directivos y trabajadores, nos vean más cercanos, asequibles, colaboradores», sostiene.
«Creo que puedo ejercer la nueva presidencia contando con el gran apoyo que he tenido, con mi ineludible compromiso con el empresariado y la unidad de mercado español, y mi acreditada independencia, ética y experiencia probada en pequeñas, medianas y grandes empresas, y que puedo liderar al empresariado español en la nueva singladura europea, para procurar crecimiento empresarial y progreso económico y social», concluye.